Capitulo 37: Una Luz

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Derek

Solo pude ser consciente que nada estaba bien, al ver el rostro pálido de Jane. Si expresión decayó y como si hubiera visto un fantasma su sangre se corrió. Me miró con esos ojos Tan profundos y llenos de tristeza, que llegaron hasta martillarme el corazón porque se miraba devastada.

Empezó a balbucear algunas cosas y no podía pensar con claridad. Fruncí el ceño al ver que cerraba los ojos para poder meditar mejor en sus palabras.

–¿Eh? ¿Mamá? Estaré ahí ¿está bien?– dijo, con un voz ahogada. Asiento varias veces y luego colgó la llamada.

Inhalo como si se estuviera muriendo y se llevó las manos a la cabeza exasperada. Mientras jadeaba y su vista se perdía, me acerqué más a ella y la tome del hombro para perder preguntar qué pasó, pero ella se adelantó.

–Mi hermana menor está hospitalizada porque ha caído grave del asma. Mi madre dijo que primero empezó como toda bronquitis pero aumento hasta llegar a un estado en que le cuesta difícilmente respirar...– empezó a derramar lágrimas sin control y de verdad eso me rompía el corazón–... y yo... yo necesito irme... Si. Necesito... necesito...

Empezó a repetir mientras tomaba su bolso - lo cual lo había soltado al recibir la noticia– y empezó a caminar hacia los escalones. La seguí y la detuve del brazo. Ella giro un poco desesperada y podía comprender cómo se sentía.

–Yo te llevo– confirme. No quería preguntar, porque de verdad lo quería hacer.

–Derek, no quiero que esto te perjudique...

–¿De que hablas? Desde que conocí a tu hermana no dudo en querer ayudar.

Ella agachó la cabeza pensando un poco en mi petición. Aunque no lo fue. Ella produjo un sonido de su garganta diciéndome que no sería buena idea. Aligere mi gesto y la tome del brazo.

–No fue una pregunta– dije mientras la arrastraba ligeramente al estacionamiento.

Ella no se resistió así que seguí. Llegamos a mi auto y saque las llaves que siempre llevo en mis bolsillos y le quite el seguro a mi convertible color negro. Jane entro al lado del copiloto y de inmediato encendí el auto.

Jane solo mantenía la mirada perdida en la ventana. Y francamente me dolía verla así. Y luego de decirle lo que sentía. ¡Diablos! Nunca podía llegar al mi punto porque algo siempre pasaba. Ya no tenía más escapatoria a lo que sentía. Jane Forest me había vuelto loco. La primera chica que me vuelve loco. Y todo porque me odio.

–¿Alo?

–Derek, ¿donde estás? Ya vamos a empezar a practicar la canción– escuche como la voz de Katy sonaba desesperada.

–Katy, tuve un inconveniente por ahora. Voy a Breedhood a llevar a Jane al hospital– trate de hablar lo más bajo posible para no llamar la atención de Jane.

¿Que? ¿Breedhood? ¿Pero que ha pasado?– empezó a preguntar y en ese momento Jane se giro a verme. La vi de recelo y solo pide notar sus ojos llorosos.

–Eh, si la hermano ha caído enferma– conteste haciendo omiso a un gran discurso del motivo al que le ayudo. Jane agacha la cabeza y escucho a Jaty suspirar.

–Está bien, te cubriré. Solo no vuelvas tarde– me reprimió y asentí a pesar que ella no pueda verme– Cuídala ¿quieres?

Seguro lo haré.

Cuídate.

Y corte la llamada.

–Lamento ser un problema en estos momentos..

Un Amor Musical /EDITANDO/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora