Capítulo - 1 - HOSPITAL GENERAL DE CIUDAD GUARRIOR

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-¿Tiempo aproximado de cirugía?

-Una hora

-¿Riesgo de sangrado mayor de 500?

-No.

-¿Sangrado aproximado?

-50 ml.

-¿Alergias?

-No.

-¿Alguna condición especial del paciente?

-Tampoco... y es "la" paciente.

-¡Ay pues, perdóneme la vida!

-¿Todo bien?... 9:25 iniciamos... la Sra. Yovana Verde para colecistectomía laparoscópica... ¿De acuerdo?

-Sipi.

-Es correcto doctor -interviene también la anestesióloga.

-Bisturí...

-Con "V". -dice Cuquita, la circulante que ha estado llenando la lista de verificación de seguridad.

-¿El bisturíííí??

-No, el Verde.

-¡Verde! ¡Ja ja ja! -ríe el primer ayudante.

-¿En serio se apellida Verde?

-Pues sí... -dice el residente.

-¡Esa es la ver...de! Ja ja ja -ríe ahora Cuquita.

-¡Ah! ¿Me está albureando Cuquita?... Trocar de 10...

-No, cómo cree doctor, yo soy incapaz -finge seriedad la circulante, enfundada en su uniforme quirúrgico azul celeste.

-¿Incapaz?

-Si... si usted se hinca... yo... ¡pas!

-¡Ora, ora Cuquita!... ¡¡El trócar!!

-No hay doctor... -dice compungida Rosi, la instrumentista. Solo hay del 11

-¡Pues ése!  Decir diez es... la costumbre nomás.

-Ah... es que no había instrumentado laparoscopia.

-¿Es su primera vez?

-Si

-¡¡¡Aaaahhh!!!  Es "su primera vez"  -interrumpe Cuquita con un suspiro el diálogo entre Menchaca y Rosi -¡Que tierna! 

-¡Aahhh!

-¡¡¡Aaahhh!!!

Corean la mayoría de los integrantes del equipo quirúrgico.

-Pues ¿como que ya estás grandecita para eso no m'ija? ¡Ji ji ji! -ríe burlona Cuquita. -¿O querías llegar virgencita al matrimonio, o qué?

-¡Ay, Cuquis!... no se le escapa nadie... ¡Esta grasper no agarra bien! Cámbiemela por otra.

-Solo tengo esta con cremallera.

-No me gustan con cremallera.

-¡Pues... usted escoja! -dice Rosi con voz un tanto apesadumbrada.

-Ay, ya ves m'ijita por aguantarte tanto, se te agria el carácter. -interviene de nuevo Cuquis.

-Mmmmhh, me quedo con esta... ¡No! ¡Oigan! ¡Estas pinzas no cogen!

-¡Qué, son monjas?  -dice Gerardo, el residente.

-¡No, mas bien han de ser instrumentistas!  ¡Ja ja ja!  -contesta  Cuquis en medio de la sonoridad de su carcajada.

-¡Ay ya, Cuquis, te pasas! -reclama la joven instrumentista con un tono de enfado y volteando hacia ella sus grandes ojos color miel con un halo verde, lo único que se logra ver de su cara entre el cubrebocas y el gorro azules; ojos que a pesar de su belleza mostraban una mirada de fastidio.

AZUL PRIAPISMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora