Nada ni nadie podrá evitarlo

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Capítulo IV

Sasuke no pudo conciliar el sueño. Después de lo que escucho, se sentía fatal. Su esposa ya no lo amaba, se lo dijo y él se negaba a creerlo.

Era un Uchiha, jamás demostraba sus sentimientos.

Pero esto era diferente, había perdido todo por una simple aventura. Aún  recordaba como es que conoció a Haruno Sakura y lo que el considero un buen pretexto para engañar a su esposa.

"Era muy tarde, iba a perder el avión. Hinata le preparo sus maletas y con sus pequeños hijos fue a despedirlo. Los niños lloraban, demás esta decir que eran muy apegados a su padre.

—No llores Makoto, volveré pronto... ¿Quieres que te traiga algo de París?— Preguntó  inclinándose a limpiarle las lágrimas y darle un tierno beso en la frente.

—Si, papá... Lo que tú quieras...— Dijo su hija entre sollozos y lo abrazó.

—Itachi...— Miró al pequeño que le tendía los brazos, a los que Sasuke no pudo resistirse. Era el primer nieto varón de los Uchihas, su hermano mayor tenia ya dos niñas y el padre de él, Fugaku, le insto a llamarle como su primogénito. Algo tonto de por sí, pero Hinata estuvo de acuerdo, además de que su hermano sería el padrino del niño.

—Debes ser fuerte, campeón...— El niño lo veía con curiosidad, pero si apenas entendía esas palabras. El joven lo entregó a su madre quien se quedó esperando  un beso de su marido, pero este solo la ignoró para alejarse y subirse a la limosina que lo esperaba.

—Sasuke... ¡Te amo!— Alcanzó a gritarle, pero al parecer no le había escuchado.

La joven madre sé quedó triste por la actitud del moreno.

Llegó  justo a tiempo para abordar la aeronave, su Jet privado había sufrido un accidente y ahora, tenia que ir acompañado en el área de primera clase. Y allí estaba ella. La pelirrosa le sonrió coquetamente. El solo la ignoro. Sacó su computadora portátil y comenzó a checar los puntos que se iban a tratar en la junta, sobre la compañia Uchiha y sus asociados. Podría haber ido Itachi o su padre, pero Fugaku tenia plena confianza en las habilidades de su hijo menor.

Así estaba meditando, sin percatarse de que la joven, ya estaba sentada a su lado.

—Hola... ¿Porque tan serio?— Ella obtuvo por respuesta un profundo silencio. Era su costumbre y más cuando quería estar solo.

—¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?— La mujer descaradamente se le insinuaba.

—Disculpe... Señorita... Necesito privacidad...— Soltó el Uchiha tratando de ocultar su rabia.

—Vamos, soy Sakura... Eres muy guapo... ¿Lo sabías?— Lentamente llevo las manos hacía los cabellos del joven.

La apartó, apretando su muñeca y lastimándola.

—¡Ay! Si que eres rudo...— Dijo riendo. El pelinegro estaba a punto de perder la poca paciencia que le quedaba, hasta que reparó en algo. La mujer era extremadamente deseable. Se quedó en silencio durante unos minutos, observándola fijamente. Era hermosa y algo en ella bloqueo el recuerdo de Hinata, porque de repente ya la estaba besando.


El despertador sonó sobre el buró de la habitación. Faltaban más de cinco horas para la junta que tendría con los socios de la empresa. Cuando giró, alguien más estaba con él. Sakura dormía completamente desnuda. Acarició su largo cabello, sin más recordó a la ojiperla.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora