- Vamos a hacer mercado patata. - Dijo Samuel acostado desde el sillón que había en mi estudio, yo estaba actualizando mi página desde el escritorio. Voltee y vi que estaba en su celular, me acomodé en mi silla y lo observe.
- ¿Puedes creerlo? - Comenté.
- ¿El qué? - Dijo sin despegar la vista de su telefono.
- Que esté metida en tu casa... - Me puse de pie y empecé a caminar hacía el - Que estés acostado en ese sillón y te veas, súper sexy. - Me acoste encima de el.
- Amo como huele tu cabello - Bloqueo su celular y se acurrucó en mi cuello. Empezó a bajar sus manos a mi trasero y...
- Eh eh eh! Que no todo es sexo patata, anda vamos, tenemos que irnos. - Me paré y caminé hacía la puerta moviendo mis caderas.
- ¡Pero tu eres la que me tienta! - Pasó corriendo y me dió una nalgada.
-¡Oye! - Corrí tras de el y me subí a su espalda como un koala, le iba dando besos en el cuello y bajamos las escaleras.
- ¡Ya volvemos! - Grito Samuel conmigo en colgada y con las llaves de su smart en la mano, abrió la puerta y...
- Silvia, ¿que haces aquí? - Dijo Samuel.
*Entonces si tuvo algo con ella* pensé.
- Venía a verte corazón, pero vero que estás bien acompañado. - Dijo esto y yo me baje de su espalda.
- Mucho gusto cariño, Silvia Muñoz. - Dijo ella, con su irritante voz.
- Ya había oído de tí, te investig... Eh, sigo tu canal. - Pensamos que era solo una amiga, fuck.
- Un canal molón, ¿no? - Comentó.
- Mhmm, no es mi estilo, como mi canal es más de belleza y sobrepaso los 3 millones pues... - alardeé. Samuel sonrió negando con la cabeza.
- Silvia, te presento a mi novia, ___, y bueno, tenemos que irnos. - Samuel tomo mi mano, cerró la puerta del apartamento y entramos al ascensor.
- ¿Estás molesta? - dijo observandome con detenimiento.
-¿Por que lo estaría? - No debe afectarme, pensé.
- No lo sé, olvídalo nena. - Me dió la mano y caminamos al coche, me abrió la puerta, subí y el la cerró, de igual forma se subió del lado del conductor y encendió el coche, salió de la cochera, programó el GPS y nos fuimos.
Todo el camino observe las calles y la gente, como es un lugar pequeño casi no hay.
- ¿Quieres entrar al instituto? - Dijo el apretando mi muslo, sacandome de mis pensamientos.
- ¿Mande? - Lo miré.
- Que si quieres ir al instituto. - Repitió.
- Pues quiero acabar mi carrera, pero tengo miedo. - Era muy pequeña aún.
- Pero se que quieres ser un gran médico. - Me sonrió.
- Sería mucho que me pagaras el colegio. - Dije cabizbaja.
- Quiero hacerlo. Es más, ya estás inscrita, iré por ti TODOS LOS DÍAS si te apetece. - sonreí por que remarco el "todos los días" lo cual se me hizo muy tierno. Asentí con mi cabeza y llegamos al mal, nos bajamos, el cogió un carrito y nos adentramos en el súper mercado.
...
- ¿Es todo lo que necesitas? - Vi la lista que habíamos hecho en mi móvil y asentí.
- Solo una cosa más, necesitamos ir a farmacia. - hizo mueca de desconcierto.