Malo.

Calor Uchiha.

~ Malo...

Parejas Principales:

● SasuHinaGaa.
¿SasuHina? ¿GaaHina?

Género: Drama/ Romance.

Categoría: M.

Universo Alterno.

Autora: Aika Yami

● Aviso: Los personajes no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto.

Las canciones mencionadas en este capítulo, tampoco me pertenecen, sino a sus respectivos autores.

● Advertencia: Este fic tendrá alto contenido sexual, temas delicados que no son aptos para gente sensible, mención de drogas, adicciones, lenguaje soez y/u obsceno. También leve OoC en algunos personajes(¿?). Las escenas del tipo 'Erótico' presentadas en éste fic, son gráficas. No deja nada librado a la imaginación.

●.●.●...Malo...●.●.●

Calor Uchiha.

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El Uchiha, dejó que sus pensamientos volasen su mente con sólo cerrar los ojos. La luz del sol le calentaba el rostro con sus rayos brillantes al estar recostado en aquella banca del jardín central de la universidad.
Agradecía que a esas horas las aulas estuvieran ocupadas y que ningún alumno o maestro lo fuera a molestar por ahora.

Sin importarle mucho el daño a futuro que podría ocurrirle a sus oídos, con su pulgar, apretó el botón del volumen de su móvil y subió más los decibeles de su música favorita que escuchaba en esos momentos.

El sonido estridente del Grunge no hizo más que relajarle el cuerpo por completo. Soltó un suspiro y llevó su brazo, escuchando los riffs de guitarra de 'Even Flow' de Pearl Jam en su cabeza.
A pesar de ser un estudiante brillante, bendecido con una memoria fotográfica que lo ha llevado lejos académicamente, a veces solía escaparse de los salones de clase.

Primero, al no ser precisamente feo, le llovían los cumplidos y gritos de la población femenina estudiantil cada minuto del día; sobre todo si eran sus fastidiosas compañeras de clases.
Después, a esas horas de la mañana, estaban dando clases de historia del arte. Su profesor solía ser un mugre viejito con la voz más aletargada que pudo haber escuchado en su miserable vida. Cada vez que iba a su clase, terminaba por dormirse o escabullirse para salir. Así que, ¿para que esforzarse en entrar si de todos modos buscaría como pasar la materia?

Estiró su brazo hacia arriba y acomodó su mochila, la cual le servía de almohada en esos momentos mientras que alzaba un poco sus pies para que la relajación en su cuerpo fuese mejor.
Suponía que no tardaría en sonar el timbre, así que aprovecharía en dormirse un rato.

O mejor aún... Soñar con que se divertía con cierto culo pálido.
Se imaginaría que lo tendría a su merced mientras formaba un nudo de cabellos en su puño y tiraba de los largos cabellos azules de su dueña.

Porque sí, después ese viernes en el que no supo cómo fregados llegó a casa de esa chica de ojos blancos, se lamentaba internamente el no haber hecho nada con ella.
Recordó que en medio de la cruda, al ver que se había quedado dormido en el incómodo sofá, él prefirió buscar su chaqueta y botas y salir de ahí sin previo aviso.
La chica le tentaba. Vaya que sí, mucho.
Quería cogérsela de todas las formas posibles habidas y por haber. Porque tenía un puto cuerpo de infarto que no hacía más que provocarle deliciosos sueños húmedos a muy altas horas de la madrugada las tres últimas semanas.