Capítulo 17:

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Después de que se fuera William decidí salir al gran campo del internado. Hace meses que no tomaba aire fresco. Quería estar con Austin. Ya hace días que no tocaba sus labios. Me cambie y me arregle un poco el cabello. Al salir de la habitación sentí poca brisa de viento en mi cara, eso me hizo sentir bien. Camine por las escaleras del internado. La gente se sorprendía al verme caminando. Me sentía más que bien. Me sentía una nueva persona no sé por qué me sentía así. Fui hacia la habitación de Austin. Entre sin pleno aviso, lo observe, estaba sentado en su cama, con las piernas abiertas y unos audífonos en sus orejas, veía unas cuantas fotos. 

-¿Puedo pasar? -pregunte.

En un instante volteo. Soltó las fotos de las manos, se quitó los audífonos y corrió a abrazarme. Lo abrase en verdad lo necesitaba. Era tan hermoso poder estar nuevamente en sus brazos. Continuamos así unos cuantos segundos.

-Bésame -dije.

Volteo a verme ya que su cabeza estaba entre mi cuello. Me sonrió y me beso. Pase a su habitación me senté en sus piernas y lo continúe besando. Así seguimos haciéndolo. Pasaron las horas hasta que oímos los gritos "¡Vamos! ¡Así sigue! ¡Pelea! " Esos eran los gritos que se oían en todo el vestíbulo. Rápidamente me separe de Austin, él se vio desconcertado pero también se paró. 

-¿Qué pasa aquí? -pregunto.

-No sé ¿vamos a ver? -pregunte.

-si vamos -dije.

Salimos de la habitación corriendo. Fuimos hacia el gran vestíbulo en el cual había una gran bola de personas. Parecía que se estaban peleando. Me abrí espacio entre la gente junto con Austin. Cuando vi a ¿William? ¿Nate? 

-Rayos -pensé.

Austin se metió entre estos y los separo. Por favor que esto no esté pasando, pensaba. Era lo único que hacia ¿Qué rayos es lo que iba a hacer? William se levantó del piso con sangre en la boca y en la nariz. Austin le susurro algo al oído. En el piso aún se encontraba Nate, la sangre caía de sus labios y de su nariz. No paraba de sangrar. Tenía una herida suficientemente profunda en la frente que la había causado William.

Me miro y se quitó la sangre de la boca y de la nariz con su mano. 

-Valla... Mira a quien tenemos aquí -dijo sonriéndome. 

Era repugnante verlo sonreír. Ver como la sangre caía de su boca. Se levantó del piso, en ese momento todos se fueron. Dijeron "buuu", antes de que desaparecieran.

-Este maldito... -dijo William.

Lo detuve antes de que dijera una palabra más enfrente de Austin. Le tome del brazo 

-Austin ¿no te molesta si me llevo a William verdad? -pregunte.

-Claro que no. Mejor llévatelo antes de que se comiencen a pelear de nuevo. -dijo tomando bruscamente del brazo a Nate.

Camine hacia mi habitación junto con William. Lo senté en la cama y saque un pequeño botiquín que tenía en un cajón.

-¿Por qué lo hiciste? -pregunte.

-Tenía que hacerlo. William te hizo daño -dijo.

-¿Por qué al frente de todos? -pregunte.

Saque del botiquín un poco de alcohol para ponérselo en una herida en el brazo. 

-Es donde me lo encontré -dijo.

Coloque el alcohol en su piel. Lo apreté estaba furiosa.

-aaaaaaaah -grito.

-Lo siento -dije.

Seguimos platicando. Las heridas se las había curado. Solo necesitaba desinfectarlas. William se fue y en tanto a mi fui a buscar a Austin.

Después de 1 larga hora de búsqueda no lo encontré, no estaba en su habitación, Alec no sabía dónde estaba. ¿Dónde rayos se había metido? Me había rendido de buscarlo, pretendía verlo al día siguiente. Pero en una vista que día hacia la ventana lo vi atrás vez de ella. Tenía las manos en su cara, estaba en el bosque.

Salí inmediatamente de mi habitación y fui corriendo hacia donde estaba Austin llegue en menos de 1 minuto. Me senté a su lado.

-¿Dónde estabas? Te estuve buscando casi todo el día -dije.

-Aquí eh estado siempre. Solo estaba pensando -dijo.

- y ¿en qué piensas? -pregunte.

Sus manos pasaron por su cabello, trataba de arrancárselos. Al menos eso parecía. Agacho su cabeza y se quedó viendo sus pies.

-Nate me dijo que eras buena en la cama -dijo.

-¡No Austin! Déjame explicártelo. Mira yo estaba caminando por el internado -interrumpió.

-Esto quedo más que claro Melina. ¡Me engañaste! -grito.

-¡No Austin! No es lo que parece. Déjame explicártelo -dije.

-¡No necesito explicaciones de gente como tú! ¿Sabes qué? Terminamos -dijo.

El internado. El amor no es un juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora