Capítulo 1:

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Estaba más que harta de éste lugar. Ya no podía más. La verdad es que nunca me había gustado y nunca me va a gustar. Quería escapar un momento de todo esto y lo único que se me ocurrió fue ir al bosque. Era el único lugar donde me sentía cómoda, hasta que a lo lejos vi una sombra y comencé a correr asustada. Ese alguien logró tomarme de la muñeca y me giró. Sin duda no lo conocía.

¿Qué quieres de mi? -Le dije intentando soltar mi muñeca-

¿Yo? Nada! Simplemente me llamó la atención ver a alguien más por acá. Comenzaste a correr y me preocupé, pensé que estabas en peligro. -Dijo apenado-

Discula, ¿Te conozco? -Pregunté-

Oh, lo siento. Soy nuevo en el internado. Mi nombre es Austin. Un gusto. -Extendió su mano-

Soy Melina, el gusto es mío. -Sonreí un poco tímida y tomé su mano-

¿Cuál es la razón por la huías, más bien, de quien huías? -Dijo un poco preocupado-

Verás Austin, mi historia es un poco larga y no sé si deba contarla. Simplemente tengo miedo. -Desvié mi mirada al piso-

Melina, no pasará nada, puedes confiar en mi. -En sus ojos se veía sinceridad-

Bueno. -Suspiré- Todo empezó el primer día que llegué a este internado. Era la chica nueva, mi mamá trabaja de profesora acá y creo que era una de las razones por la que mucha gente me tenía tanto odio. Esa noche me asignaron una habitación con una chica, era algo extraña. Salió a cenar con sus amigos y me quede sola en el cuarto. Eran las 10:30 cuando escuché unos pasos al entrar a la habitación, y sí, era el. Del que todo el internado hablaba. Nate, Nate De Gecco. El chico más patán de la escuela. Su reputación estaba por los suelos. Y bueno, el entró, se dejó caer sobre mí. El comenzó a besarme desesperadamente. Con una mano agarró mis muñecas y me dejó sin poder moverme. Con la otra comenzó a tocar cada centímetro de mi cuerpo, ya no lo soportaba más. Sus besos mojados tocaron todo mi cuerpo.

Basta Nate. -Grité-

No lo haré. -Dijo, mientras me daba pequeños besos por el cuello-

¿Porqué lo haces? No te he hecho nada. -Dije, tratando de safarme de él-

-Saco de su pantalón su cartera, la abrió y sacó un pequeño sobre de aluminio-

¿Tú crees que yo tendré sexo contigo?

Sí, muchas chicas de acá ya fueron mías por una noche. Faltas tu. -Susurró en mi oído-

Espero y les guste, es una adaptación a otra novela. Todos los días pondré un capítulo. :)

El internado. El amor no es un juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora