『tres』

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Desde que había escuchado aquellas palabras salir de la boca de Yoongi, había algo que impulsaba a Hoseok a ser aún mejor bailando. Al pasar de los días empezó a salir horas más tarde de la sala de ensayo, y Yoongi lo había notado, por mucho que se proponía comenzar a ignorar la presencia de aquel individuo. No quería preguntarle, ni siquiera quería hablarle. ¿No sería eso ser increíblemente molesto? Es decir, la cantidad de horas que Jung Hoseok pasaba ensayando no eran de su incumbencia, y trataba de convencerse a sí mismo de que también era algo completamente irrelevante.

— ¿Hay algo que te incomode?—interrogó Hoseok en su dirección.

Ambos estaban en el pasillo, en dirección a la sala donde ensayaban coreografías hasta no sentir los músculos y sudar en exceso. La voz de aquel chico lo exaltó por un momento, así que tardó en responder.


—No.

— ¿No preguntarás qué me hace decir eso?—insistió otra vez.

—Sinceramente no me importa, puedes guardar tus opiniones acerca de mí—dijo tratando de sonar amable, pero era evidente que no se le daba bien.

—Aunque sean malas...

—Aunque sean las peores.

Hoseok nunca se rendiría, él no pararía de insistir. Ya se había acostumbrado a aquel tono frío, era la manera que Yoongi tenía para mostrarse distante, pero eso no se desharía de las ganas que él tenía de poder acercarse.

— ¿Cómo va tu mezcla?—cuestionó Hoseok una vez que se recompuso del cansancio y se sentó al lado del pálido chico.

—Bien.

— ¿Sabes? Siempre me siento mal cuando hablo contigo...—expresó cabizbaja el menor.

Por primera vez en la vida, nació algo de interés por algo que no tenía que ver con su música. Yoongi se quedó mirando al chico a su lado esperando que continuara hablando, porque él no pensaba preguntarle. El orgullo va primero.

—Siento que yo digo muchas palabras, muchas preguntas interesadas hacia ti... y siempre sueles responder con monosílabos o palabras cortas y frías.

—Bueno, no puedo hacer que salgan corazones de mi boca que eviten que mis palabras hieran.

El sonriente chico a su lado se rió por lo que acababa de decir. Cuando lo atacaban con sarcasmo no conocía mejor remedio que reírse, porque sino iba a notarse que le dolía.

—Logré que me respondieras con más de una palabra, eso es un comienzo.

— ¿Tú crees?

Bien, había vuelto el tono desinteresado.

—Hablemos de algo más...

—Voy a tratar de no romper tu alma con cada sílaba que pronuncie...

—Me siento halagado. Bien, ¿qué tanto bailas?

—Nunca he tomado clases... pero no diría que soy un pésimo bailarín. Y si alguien aquí me dice que lo hago mal, no me quedará más que esforzarme—declaró.

—Has dicho palabras muy inspiradoras, al menos no eres tan pesimista como lo haces creer... y no te preocupes, nadie te dirá que lo haces mal.

— ¿Por qué hablas tan seguro?—dudó Min Yoongi.

—Porque yo mismo me ofrezco a ayudarte para que a nadie se le ocurra siquiera mirarte mal—habló con una sonrisa hermosa dirigida a su contrario.

—No esperes un gracias.

—No lo haré. Esperaré que me agradezcas con tu amistad.

Al contrario de lo que Jung Hoseok esperaba, su mano no pasó más de cinco segundos en el aire hasta que Min Yoongi decidió estrecharla sin ningún rastro de rechazo en su expresión.

Moon meets Sun ↠ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora