『nueve』

180 30 1
                                    

Hoseok no sabía qué era lo que había hecho mal, ni siquiera estaba seguro de que él había sido quien se había equivocado. Aparentemente unas simples palabras habían hecho explotar una bomba dentro de Yoongi, pero todo seguía siendo muy confuso para él. Trató de acercarse los días siguientes, pero el otro chico no quería ni mirarlo. No respondía a sus palabras, no reparaba en su presencia, no lo miraba cuando pasaba a su lado. Sin dudas no se daba cuenta de lo mucho que afectaba a Hoseok el hecho de él que lo ignorara de esa manera. Tenía miedo.

Tenía miedo de volver a perder la amistad de alguien por culpa de su insistencia y su imprudencia. Tenía miedo de que Yoongi ya no quisiera volver a tratar con él. Tenía miedo de ya no poder bailar a causa de que ya no tenía motivos ni inspiración para hacerlo.

—Mal, de nuevo. Es la primera vez que fallas tanto en una ejecución.

De nuevo oía aquellas palabras que dolían como dagas atravesando su cuerpo. En ese momento no supo descifrar qué cosa era más dolorosa; oír una y otra vez una voz repitiéndole que estaba fracasando, o el silencio de Yoongi.

Volvió a caerse mientras bailaba. De nuevo estaba haciéndolo mal, pero al igual que su actual situación con Yoongi; no sabía dónde estaba la falla para poder corregirla. Intentó olvidar el paso y seguir con la coreografía en sí, pero parecía que sus pies se habían puesto de acuerdo con el pálido chico mayor que él, para hacer que fallara. Su cuerpo dolía, sus músculos no podrían soportarlo más y sentía que en cualquier momento iba a desistir y a caerse ahí mismo. Miraba su reflejo en el gran espejo que ocupaba la pared, trataba de decirse a sí mismo que se esforzara más para conseguirlo. Pero su esfuerzo era en vano, no logró cambios, seguía cayéndose, seguía fallando, seguía sintiendo el dolor en su pecho cada vez que recordaba los oscuros ojos de Yoongi mirando los suyos para decirle una de sus comunes frases llenas de frialdad. Le dolía y mucho.

Lejos del Sol se encontraba la Luna. Al otro lado del edificio y unos pisos más arriba se encontraba Yoongi, frustrado, cansado, enojado con todos y con él mismo. Recordó entonces la primera vez que intercambió palabras directas con Hoseok, porque se encontraba ahí mismo, enfrente del mismo piano, pero tocando una melodía diferente. A diferencia de aquella vez, la melodía que ejecutaba con sus dedos sobre las teclas era absolutamente triste, melancólica, con ritmos altos y bajos, siempre cambiantes. Hacía el vago intento de tocarla perfectamente, porque el enojo que lo consumía no le permitía ejecutarla del todo bien. Sus dedos iban de aquí a allá, presionando las teclas con una fuerza innecesaria para el tipo de melodía.

Tampoco podía hacer eso bien, y eso le frustraba. De un momento a otro se levantó bruscamente, no pudiendo aguantar más. Se contuvo de golpear por encima del piano, porque no quería ni debía destruirlo así sin más, en cambio tomó y tiró las cosas que estaban sobre él, que le pertenecían. Su cuaderno, lápices e incluso el disco donde estaban grabadas sus mezclas, salieron volando y se estrellaron contra la pared. Había estado bajo presión, finalmente había estallado.

Ambos ahora estaban consumidos por ellos mismos, y no sabían cómo liberarse. Porque desconocían que la respuesta estaba en el otro.





imaginen que la siguiente melodía es la que Yoongi está tocando


Moon meets Sun ↠ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora