Caminar entre los arboles del parque se había hecho costumbre para Hayley, pasaba sus dedos por las ásperas cortezas de estos, respiraba la humedad de la tierra. Había dejado a sus amigos de lado por sentir esa tranquilidad. Nunca pensó que esos paseos la llevarían a conocer a alguien que amaría.
Recordaba ese día en el que su vida cambio con solo mirarla.
Caminaba entre las personas y los niños que se encontraban ahí, su mirada se paseaba por las personas y se detuvo en una, su cabello castaño su piel blanca.
Estuvo minutos viéndola y al final decido hablarle. Sus manos le sudaban por el nerviosismo. En cuento le hablo le encanto, le encanto todo de ella.
Paso el resto del día con ella, y los siguientes días. Su amor por ella comenzó a crecer.
Y hubiera seguido con ella, pero alguien se interpuso, Valería, la persona que Steph amaba.
En cualquier otro caso hubiera hecho lo posible por que Steph se quedara con ella. Pero no podía hacerle daño, las vio en secreto otros días, vio lo feliz que era Steph con ella, y en cierto modo eso le agrado, que alguien la pudiera hacer feliz después de todo lo que vivió.
Prefirió que fuera feliz con alguien más.Los días siguieron y Hayley ahora pasaba más tiempo con sus amigos, iban a bares y a peleas callejeras. Era la de antes, la que solo disfrutaba la vida sin amor.
Ella nunca tuvo amor.
Sus padres discutían mucho, por un tiempo intentaron seguir con su matrimonio pero no lo consiguieron, se divorciaron y Hayley se quedo con su mamá, la cual no le hacia mucho caso, es cierto que no le falto nada material, tuvo ropa, casa y estudios, pero no tuvo amor, el amor que una hija necesita de su madre. Se graduó como diseñadora de modas, consiguió un trabajo bueno, y después de tiempo se pregunto por que seguía en el su su madre no la apreciaba. Dejo el trabajo y se metió con las bandas de la ciudad, metiéndose en peleas y más problemas.
Creyó haber encontrado la razón para dejar los problemas con Steph, pero se dio cuenta que no era para ella, no podía ser para ella.Ahora se encontraba en uno de esos bares que solía frecuentar, la pista de baile se encontraba llena. Paseaba la mirada en el lugar, estaba lleno, adultos y jóvenes se encontraban el el lugar, todos parecían divertirse.
-Que buen ambiente, no?- Una chica con corto vestido se acerco.
-Claro, muy alocado respondió con una sonrisa.
Continuaron con su platica como si ya se conocieran. La chica se llamaba Sophie, hablaron tanto que les pareció que no había nadie más, solo ellas dos, ahí en esa mesa de bar, con esas bebidas alcohólicas, solo ellas.
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Besos sabor café
RandomSus miradas se cruzaron, sus cabezas pegadas y sus manos un poco separadas, ambas sabían lo que querían, ambas tenían miedo. Con movimientos lentos sus manos se fueron acercando hasta que se tocaron y el frío se convirtió en algo cálido, algo que no...