Los pasos eran lentos, suaves y se escuchaban cerca. El silencio de la cocina era roto por el sonido de lo que se cocinaba en la olla. Hayley era única que se encontraba en la habitación. Steph hace tiempo se había ido a vestirse, se puso muy nerviosa en cuanto Hayley le dijo quien vendría.
Los pasos pararon cundo Steph apareció en la puerta de la cocina
-¿Que tal me veo?- dijo señalando el vestido rojo que llevaba con un gran escote.
-Um- fue lo que obtuvo por respuesta de Hayley aun examinandola.
-Me veo horrible- dijo saliendo de la habitación dispuesta a cambiarse de ropa, Hayley sólo río por lo nerviosa que se encontraba su amiga.
El timbre sonó un par de veces y Steph lo escucho desde su habitación apurándola aún más. Hayley se dirigió a abrir la puerta. Se escucharon las voces de Hayley y la persona que había llegado.
Steph bajo lentamente las escaleras y camino con pasos lentos a la sala de la casa.
Y ahí estaba, sentada, vestida como siempre, con una gran sonrisa un poco diferente, a diferencia del pasado, ahora usaba lentes, con su cabello más largo que antes. Se veía hermosa. Como siempre.
Valeria veía encantada a Steph, se veía hermosa con ese vestido negro, lucia tan bien.
Unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Steph al par de una gran sonrisa.
Veleria corrió a abrazarla, y estuvieron un buen rato así abrazadas, demostrando todo lo que se habían extrañado. Hayley observo de lejos lo mucho que se habían extrañado y lo mucho que seguían amándose.
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Besos sabor café
RandomSus miradas se cruzaron, sus cabezas pegadas y sus manos un poco separadas, ambas sabían lo que querían, ambas tenían miedo. Con movimientos lentos sus manos se fueron acercando hasta que se tocaron y el frío se convirtió en algo cálido, algo que no...