La escuela había comenzado ya, las tareas y proyectos de esta comenzaba a dejarlas con poco tiempo, haciendo que las únicas ocasiones en que se veían sea en la escuela.
Se encontraban en la escuela, en en receso. Steph estaba sentada en su pupitre, leyendo un libro, y Valería, sentada un lugar adelante, con la vista hacia ella. Suspiraba de vez en cuando mientras la miraba.
-Steph- hablo con su voz cansada, obteniendo por parte de la contraría un sonido que sonó como "umh"- Deja de leer- dijo después de escuchar es sonido, sin obtener respuesta de ella bajo el libro con su mano.
-¿Que?- su tono fue molesto
-Debes descansar, lo único que has hecho a sido trabajar
-Necesito hacer esto- dijo mientras volvía a su lectura.
-Steph- sin obtener respuesta bajo el libro de Steph y se acercó dejando un beso en sus labios.
-¡Valeria!- la alejo mientras se levantaba de su lugar dispuesta a salir. Las miradas de las personas la siguieron hasta que fue mas haya de la puerta, al igual que las miradas Valeria la siguió.
-Steph- hablo mientras la seguía- espera Steph- tomo su brazo impidiendo que continuara su camino.
-No puedes hacer eso es la escuela- la voz molesta de Steph se hizo presente en cuanto volteo a ver a Valeria a los ojos- Te causara problemas, nos causara problemas.......- Valeria se perdió en su mirada, no siguió escuchando lo que le decía, parecía que el tiempo se detuvo en cuanto la vio, no quería dejar de hacerlo, quería que el tiempo siguiera sin avanzar- ¿Estas escuchando?
-¿Sabe lo hermosa que te vez?- dijo aun viéndola a los ojos
-¿Crees que con eso dejare de estar molesta?
-No, sólo quería que lo supieras- una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Steph al escuchar a su novia, sonrisa que fue correspondida por la contraria.
Steph siguió caminando aun con el agarre de Valeria a un lugar con menos gente, donde se dio la libertad de besarla hasta el final del receso.
Aun con los trabajos exigidos en la escuela, se dio el tiempo de estar con su novia.
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Besos sabor café
DiversosSus miradas se cruzaron, sus cabezas pegadas y sus manos un poco separadas, ambas sabían lo que querían, ambas tenían miedo. Con movimientos lentos sus manos se fueron acercando hasta que se tocaron y el frío se convirtió en algo cálido, algo que no...