Me temblaba el cuerpo entero. Y rogaba para que nadie notara mi inquietud, pensé que lo llevaba bastante bien, hasta que posó su mano en mi rodilla sutilmente descubierta. Las mire e inmediatamente me pregunté a mi misma si el largo de mi vestido era el correcto. ¿Sera que tal vez era muy brillante? Los asiaticos no solian vestirse asi, pero estaba bien, yo no era asiatica, ¿deberia haber recojido mi cabello? ¿lo haria realmente bien? ¿y si caia? Dudas, dudas y mas dudas. Elevé mi vista para mirarle aquellos ojos rasgados de color cafe, que por algún motivo, hoy lucían verdes. Llevó sus dedos al encuentro de sus castaños cabellos peinándose hacia atrás. Un gesto que solía volverme loca. ¿Será que él llevaba en su interior las mismas inquietudes? Sin embargo, se veía tan relajado. Me sonrió ampliamente, dejando a relucir su particularmente hermosa dentadura, con la intención de relajarme, pero aun así no me creía capaz de hacerlo.
- No es nada. Estaré contigo todo el tiempo. Si tienes miedo puedes tomar mi mano. - susurro en mi oído para evitar que los demás escucharan. Aun así, sentí sus jocosas miradas sobre ambos.
- Tengo envidia. El amor es tan lindo - dijo el mayor en tono de burla, sin ocultar su particular risa, a esta se le unieron sus otros cuatro secuaces. Observe a tae y lo note mas serio que de costumbre. Desvié mi vista, para ver a la persona que me importaba. No creí que debía de darle relevancia a aquel gesto.
- Compórtense, hay que bajar. - dijo mi novio mientras sostenía mi mano con sutileza. Se veía tan genial. A pesar de ser el más chico, en ocasiones lucia más maduro, sobre todo cuando vestía de traje como ahora.
- ¡Espera! - dije rápidamente tomándolo del brazo y devolviéndolo a su posición inicial. Lleve mis manos a su cuello y le acomode el moño, el cual se había desalineado - perfecto.
Tomando una ultima bocanada de aire salí de la limosina. Allí una mano se extendía esperándome. Me arme de valor y enfrente a la gran avalancha de flashes que caían sobre mi. Jungkook tomo mi mano aún más fuerte, y me llevo junto a él. En ese momento se veía serio. Creo que ahora si estaba preocupado, o tal vez, simplemente estaba siendo profesional.
Caminamos tranquilamente. A pesar de la bulliciosa multitud, no sentía miedo alguno. Todas mis preocupaciones volaron como si fueran mariposas que solo posaban sobre mí. Sonreír junto a él, era lo más fácil de hacer. Llegamos hasta una plataforma en donde habíamos pre pactado, nos tomaríamos fotos. Suspiré y volví a sonreír. Mi vista se desvió por dos segundos. Pude visualizar a Tae disgustado nuevamente. Y antes de si quiera preguntarme realmente que le sucedía, lo vi romper su formación y dirigirse rápidamente hasta donde me encontraba. Vi sus ojos llenos de pasión. Se acercaba con determinación. Pero no fue contra mi. Si no contra jungkook quien no podía creer, lo recibió con la misma Intensidad. Los flashes de las cámaras nos volvieron a invadir. Me temblaban las piernas, no sabía que más hacer sin embargo los miembros parecían que se habían sacado un peso de encima. Lucían realmente relajados. ¿Mis ojos veían bien? Jhope aplaudía.
- Jungkook, jungkook, no, yo te amo, ¡jungkook! - pegue un fuerte grito, mientras retornaba a la realidad.
- ¿jungkook yo te amo? Eres rara hasta en los sueños - puso los ojos en blancos. Mi hermano menor no tenía idea de la crisis existencial que estaba teniendo en estos momentos. - estas locas - agregó antes de salir corriendo y que azotaba la puerta con fuerza detrás de él.
Tome mi Almohada y ahogue un grito en ella. Si así comenzaba mi día, no tenía idea de cómo podría finalizar. Mientras tanto había un sueño que no me permitiría estar tranquila el resto de él. Después de unas cuantas vueltas en la cama, Salí de ella para comenzar otro nuevo día laboral. Le sonreí a mi cuadro de Lee Jong Suk sobre la mesa de maquillaje. Corrí al baño, realicé mi rutina de limpieza diaria, y volví para maquillarme. Una vez lista, baje y prepare mi café, el cual puse en un vaso térmico que bebería de camino. Me llevo solo veinte minutos el llegar a la empresa.
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La chica dorama
Teen Fiction18.968,37 kilómetros la separaban de sus sueños. Alma nunca imaginó que su corazón perteneciera a un país tan lejano y totalmente diferente de lo esperado. Sin embargo, hoy en día piensa en él, suspira y pierde una sonrisa, como si de un verdadero...