Naranjada perfecta [2]

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"Que cojones hago ahora" se preguntó mentalmente David al dar el primer paso dentro de esa casa, más bien departamento, más bien monoambiente.

Su decoración le hacía acordar a un estudio de grabación pornográfica. Una sola cama que ni llegaría a ser de dos plazas encerrada por tres paredes blancas que por momentos parecían rosas gracias a las luces de color colgadas en el techo. Parcialmente oscuro, tenebroso y retorcidamente excitante.
Quiso abrir la boca en busca de algún comentario, pero no lo había.
"¿Acaso puede ser más cálida esta habitación?"

-Si te sientes muy pesado puedes acostarte...- Dijo Sergi dirigiendo un cigarro a su boca mientras le daba al mechero. -Comeré algo- Exhalo en dirección a la cocina.

El rubio se sentó en la cama acompañado de su mirada perdida. La cabeza le batallaba esa madrugada, pero su estómago aún más.

-Voy a vomitar- Lo dijo tan rápido como lo hizo. Para su suerte en el lugar indicado.

-Tranquilo, lárgalo todo... si, muy bien- Contestaba el mayor ante sus arcadas mientras pasaba sus dedos por la rubia cabellera, que bajo esas desastrozas condiciones seguía intacta.

Tras todo el malabarismo que requiere una situación como esa, pudo vencerse.

-Déjame darte otra camiseta-

-Te advierto, toda ropa ajena me queda gigante- Contesta David rápidamente, recordando todas las inseguridades que lo abarcan.

10 minutos exactos tardó en sacarse una sola prenda de ropa. Sin dudas Sergi le ayudaría a ponerse la siguiente.
-A ver... Guapo...- Le reprochaba entre risas mientras intentaba convencerle de que la camisa habría que darla vuelta si no quería pasar su torso por el agujero del cuello.

-Ya... No importa- Avergonzado dobló y guardó vaya a saber dónde el intento fallido de no dejar su torso al aire.          -¿Puedo dormir?- Chilló tapándose la cara con las manos al borde del llanto.

Lo que para el menor era el bochorno de su vida, para Sergi era la imagen más desgarradora que habría presenciado su inútil corazón.

Hay actos de valentía que pueden:
1- Ganarle al chico de tus sueños.
2- Espantar al chico de tus sueños.
Este hombre decidió sacarse la ropa, en forma de apoyo o eso quería transmitir. Cosa que definitivamente espantó al menor, pero de lujuria.

Tras eso accedió a quitarse él también lo que restaba, esos fastidiosos jeans.
"Gracias al cielo" pensó el pelinegro "Nadie va a morir esta noche".
Acto seguido David cayó a los pies de su cama. 

(...)

La luz del sol fija posada sobre los ojos del rubio, los obligó a abrirse en busca de explicaciones. Recordaba casi todo, todo lo bueno lo cual lo asusto en gran parte.
"Uno, dos, tres" contó mentalmente y se giró. Bien, él no estaba ahí.
Desde el incidente en el baño todo se volvía borroso y su subconciente no quería hacérsela fácil.

-Mierda- Susurró al encontrarlo en la cocina frente suyo y ver, sin contar hasta tres, que llevaba únicamente un bóxer encima.
-H-hoola buenos días- le gritó desde la cama, tapado hasta el cuello.
"¿Eres idiota tío o te caíste al nacer?" Se auto-reprochó al darse cuenta lo ridículo y tímido que había sido.

-¿Hola?- Le contestó Sergi girándose mientras aguantaba la risa. -¿Qué tal dormiste?- Preguntó sirviéndose un poco de café.

-¿He dormido acaso?- Respondió sigilosamente.

-¿Por qué no lo harías?- Frunció el ceño.

-No sé... dímelo tú-.

-Espera tu crees que... no David no- Sonríe. -No nos liamos- Se acercó al menor sentándose en la cama.

-¿Ni siquiera un rollete?- Se levantó encarándole.

-Ni siquiera- Suspiró. -Te preparé otro café vale?- Le informó volviendo hacia la cocina.

(...)

El ambiente se encontraba extrañamente cómodo para los dos. Cafés entre sus manos y anécdotas entre sus conversaciones.

-No pensé que el mundo de YouTube llegara a ser tan radical...- Dijo el mayor casi inaudible, impactado gracias al final de ese cuento trágico sobre la ruptura entre David y su ex-pareja.

-Es muy complicado, tóxico e incluso si te descuidas puedes llegar a volcar tu vida entera en él. Prácticamente un homicidio psicológico-

-Joder que es sólo una plataforma de videos...-

-No, hablaba de mi ex. Youtube igual no se queda lejos...- Le interrumpió bajando la cabeza.

-Yo creo...- Contestó el pelinegro entre dientes. -Creo que si te desvives por alguien, la palabra amor pierde todo su sentido. Se trata del respeto hacia uno mismo. No tendrías que "buscar a tu media naranja" ¿Por qué no ser una completa? O incluso mejor, encontrar otra igual que tu y crear así una naranjada perfecta.-

Esas palabras bastarían para marcar un antes y después al razonamiento de todos esos poemas que habría escrito David hasta el momento.

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