El príncipe & yo

Capítulo 12 "El principio de lo inevitable"

El mundo entero estaba derrumbándose, mi mundo.

Lo había hecho. Lo había besado...

Permanecíamos sobre la arena y entre nosotros prevalecía un silencio absoluto, que procedería a convertirse en incomodo y abrumador.

— ¿Que pasa Emilio? — preguntó Will, preocupado.

— Nada — conteste, sentándome de golpe.

— Tranquilo ¿estas bien? — pregunto Will.

— Estoy bien Will, es solo que ... — conteste.

— ¿Que pasa? — volvió a preguntar, consternado.

— No pensé que sucedería, no hoy, es decir, lo deseaba, pero... — dije mientras me interrumpió.

— Todo va estar bien — dijo Will, abrazándome.

— ¿Tu igual lo sientes? — pregunte.

— ¿Sentir que? — preguntó Will, confundido.

— Esto — dije, poniendo sus manos sobre mi pecho.

Mi corazón latía de una manera muy rápida.

— También Emilio — dijo, mirando al mar — desde la primera vez que te vi lo sentí, solo que no lo entendía —.

— Ahora lo entendemos — dije, mirándolo.

Pues era cierto, yo igual lo había sentido desde la primera vez que lo vi, aquella tarde donde su capa con ese olor indescriptible a perfume cubría mi espalda. Cuando mis ojos presenciaban como las llamas se apoderaban del majestuoso sol.

Y ahora estábamos aquí, justo frente al mar de Querplain, rompiendo mil y un reglas y tradiciones de los reinos. Era el principio de lo inevitable.

Después de aquello ambos nos abrazamos sentados sobre la arena, pensando en lo imposible que era aquello. Pasamos un rato sin decir nada, ya casi iba atardecer.

— Debemos irnos — dije a Will — Vamos —.

— Esta bien — contestó Will. Poniéndose de pie.

Caminamos hacia los caballos, montamos sobre estos y cabalgamos hasta el castillo.

Los guardias del reino parecían alterados, estaba seguro de que algo andaba mal.
Apenas nos acercamos cuando uno de los guardias nos advirtió.

— ¿Donde ha estado príncipe Will? — dijo uno de los guardias.

— Cabalgábamos un rato — dije — ¿Que esta pasando? — pregunte.

— Su padre príncipe. El rey Magnus III está preocupado por ambos — contesto.

— ¿Pero por que? — pregunte.

Will parecía preocuparse. Yo lo estaba también. Corríamos un gran riesgo, ambos sabíamos que aquel suceso no podía saberse, debía guardarse como el mayor de los secretos.

— Marshban es lo que sucede — contesto — saquearon el pueblo y han secuestrado a varios  campesinos, tal parece los tomarán de esclavos — dijo.

— Oh no — dije, preocupado — mi padre debe estar furioso — comente, mientras comenzaba a correr.

Traté de subir lo más rápido las escaleras, corrí por los pasillos mientras Will me seguía.

— Juliana, Juliana — Grite, al llegar a la cocina.

— Príncipe Emilio, Príncipe William — gritó Juliana angustiada — que susto nos han dado, su padre está furioso — dijo.