Capitulo 7 "El Paraiso"

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— Hola — dijo, moviendo su mano.

Aquella voz, entro a través de mis orejas y llego hasta lo más profundo de mi ser. Si era cierto, allí estaba el, parado junto a mi, debajo del umbral de aquella puerta, que daba salida al pasillo, donde yo me encontraba justo enfrente de aquella ventana que daba una perspicaz vista hacia mi reino, la vista se veía casi como la de aquel cuadro que adornaba la pared del castillo.

El príncipe llamaba mi atención, pero yo no sabía qué hacer, no sabía si ¿estaba haciendo lo correcto? Ambos éramos unos niños, para ese entonces. Solo me limité a conversar con el.

— Hola — conteste, girándome hacia dónde el se encontraba, mirándolo.

— Es una buena vista ¿no lo crees? — dijo el, preguntándome.

— Por su puesto que lo es — conteste — Se parece mucho, a una pintura que está en el castillo, en alguno de estos pasillos — comente.

— Oh — dijo el, sorprendido — ¿la viste? — preguntó.

— Claro, ¿como no verla? Es preciosa — le dije.

— Gracias — dijo el.

— ¿por que? — le pregunte.

— Yo pinte ese cuadro — dijo el, sin voltearme a ver, observando el horizonte — Tu reino es enigmático, es perfecto, ese bosque repleto de árboles, la playa detrás de él pueblo, justo atras del castillo — dijo, emocionado.

Parecía que el conocía mi reino, quizás abría estado estudiándolo.

— ¿Debes tener una perfecta vista al mar desde tu castillo? — preguntó.

— Si, eh, claro — le conteste nervioso.

— Sin mencionar aquel infernal desierto, existen ciertas leyendas sobre el, debe ser maravilloso — dijo el — puesto que, separa a tu reino con el de Marshban ¿no es así? — preguntó.

— Si, Si, lo es — conteste — es cierto, es por ellos que, am bueno, estamos aquí — dije, aun nervioso.

No sabía por qué el hablar con el, me hacía sentir tan nervioso, tan dudoso, como si debiera tener total cuidado con las palabras que dijera, con todo aquello que saliera de mi boca. Era cierto no sabía su nombre.

— ¿cual es tu nombre? — le pregunte.

— ¿No me conoces aún? — contesto el, haciendo otra pregunta.

— Supongo que no — le conteste.

Como ya había mencionado, en el libro de los reinos no mencionaba que hubiera un príncipe en Hushban, ni si quiera nombraba mi existencia.

— De acuerdo — dijo el — lo hubieras dicho antes — me miro y yo podía observas sus brillantes ojos azules, que con la luz del día, deslumbraban los míos — me llamó William soy el IX príncipe en la sucesión — dijo, extendiendo su mano.

— De acuerdo — le conteste, estrechando mi mano con la suya — Yo soy ... — dije, mientras me interrumpió.

— Emilio II — dijo el — príncipe de Tanshban, heredero del trono del reino ahora quizás jamás antes visto — dijo, volteando a mirar hacia mi reino, hacia donde estaba situado el castillo.

— Si — le dije, sorprendido, volteando a mirar hacia dónde él miraba.

— Pero, puedes llamarme Will — dijo, mientras me sonreía — aquí entre nosotros, solo mi padre me llama William —.

— Si — le conteste inquieto.

El cielo comenzaba a ponerse rojo, justo como se ponía antes de los atardeceres, Hushban, tenía un clima un poco frío, puesto que estaba situado en una montaña y las praderas ocasionaban un clima así.

El príncipe & yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora