Capítulo 3

3.8K 123 7
                                    

-Que hacemos en mi habitación Ginny?- Pregunta nervioso él.

-Te demostrare que puedes amarme como merezco- Responde simplemente ella acercándose despacio a él hasta quedar frente a frente, entonces lo ve tragar duro.


-Ginny- Dice Harry después de tragar duro por la implicación de las palabras de la pelirroja.

-Yo te amo Harry- Dice ella poniendo las manos sobre los hombros de el -Y se que tú me amas-

Harry no puede rebatir la verdad de esas palabras. Si, la ama. Pero es correcto amarla y dejarla atarse a él de esa manera? Porque él está seguro que si accede a lo que ambos querían no hay vuelta atrás. Y de pronto le asusta lo mucho que desea rendirse al encanto de Ginny y al acogedor calor que desprende su cuerpo pegado al suyo.

-Yo...-Comienza no muy seguro de que decir, pero entonces Ginny se acerca más a él aplastando sus pechos contra el torso de él.

-Tranquilo Harry, solo somos tu y yo- Murmura despacio haciendo que por la proximidad él sienta las vibraciones de sus palabras en sus propios labios -Tal como siempre debió ser, solo tú y yo- Agrega antes de juntar sus labios.

Y eso fue todo lo que necesito Harry para abandonar cualquier reserva que todavía hubiese tenido y dejarse llevar completamente. Devolviéndole el beso apasionadamente, sus manos comienzan a acariciar los costados de la cadera de Ginny distraídamente.

Ginny en cambio, animada por el entusiasmo de con que Harry le está devolviendo el beso decide tentar un poco más a su suerte y comienza a deslizar sus manos por el cuerpo del moreno. Acción que arranca dulces gemidos de los labios de ambos. Pronto se encuentran cayendo sobre la cama y Ginny aprovecha para ponerse sobre él.

Mientras se besan sus manos se pasean inquietamente por el cuerpo del otro, haciendo que comiencen a sentir la ropa como un estorbo. Ginny separa sus labios y se sienta con la respiración agitada para poder sacarse su remera con la ayuda de las manos de Harry que luego comienzan a acariciar el plano vientre de la muchacha.

Una vez que consiguió liberarse de su remera ella la deja olvidada sobre la cama y se toma un momento para contemplar a Harry. Entonces lo observa con los ojos brillosos y la boca entreabierta respirando agitadamente; y no puede dejar de ver que los ojos de él tiene la mirada perdida. Momentáneamente se pregunta cómo sería estar en el lugar de él y se da cuenta de que lo desea. De que necesita que este momento tan especial para ambos transcurra con ellos en igualdad de condiciones. De demostrarle a él que entre ellos no hay diferencias. Y entonces sabe cuál es la mejor forma para hacerlo. Es por eso que una vez que se hace con su remera murmura un hechizo dejándola como un gran pañuelo de seda negra entre sus manos.

Por su lado Harry se encuentra fascinado con la suavidad de la piel de ella. Incorporándose comienza a besar el cuello de la pelirroja mientras siente como esta mueve sus brazos y bajamente se pregunta que estará haciendo. Entonces ella se separa de él mientras toma sus manos y deposita en ellas una tela suave que fue previamente enrollada.

-Que haces?- Pregunta cuando ella lo obliga a poner la tela sobre sus ojos y hace que esta le rodea la cabeza hasta que sus manos se encuentran por detrás de su cabeza.

-Átala- Le susurra ella en su oído con la voz ronca por la excitación.

-Qué?- Pregunta confundido, debido a que no entiende por qué le está pidiendo que le vendara los ojos.

-Átala Harry- Le vuelve a pedir Ginny -Átala y te demostrare que ninguno necesita ver para que podamos amarnos. Para que entiendas que lo que hay entre nosotros es un amor puro y verdadero que nada tiene que ver con que nos veamos-

Ciegos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora