Ciegos de amor

Capítulo 8

-Hablando de eso padre...- Comienza a decir Ginny apretando fuertemente la mano de de su prometido –Con Harry tenemos algo que decirles- Dice acomodándose mejor en su silla.

-Que tienen que decirnos?- Pregunta la señora Weasley intercambiando una mirada curiosa con su marido.

-Señores Weasley- Comienza a hablar Harry sintiendo como esa mano que era sostenida por la mujer que amaba tenía un efecto tranquilizador en su acelerado corazón -Antes que nada déjenme decirles que yo en verdad amo a su hija más que a nada en el mundo. Ella es la persona más importante en mi vida, y siento que nada de lo que yo podría darle se compararía con la felicidad que me produce tenerla a mi lado. Sin embargo, por algún milagro del destino ella parece corresponder a mis sentimientos, haciéndome el hombre más feliz del mundo- Harry se tomo un momento para pensar en cómo seguir, sin saber que sus palabras estaban tocando el corazón de la joven a su lado que se encontraba con los ojos brillosos por las lagrimas retenidas –Ella fue mi luz en mis días más oscuro mientas buscaba la forma de vencer el mal. Fue el pilar que me mantuvo en pie en el momento de tomar las decisiones más difíciles y la persona por la siempre me obligaba a seguir adelante-

-Hoo Harry- Exclama Ginny totalmente emocionada apoyando su cabeza en el hombro del joven, mientras los adultos solo podían mirar totalmente asombrados al pelinegro ante los que estaban escuchando.

-A pesar de mi corta edad - Continua él tragando el nudo que tenía en la garganta –Puedo decir que ella es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida y la mujer con la que deseo formar una familia el día de mañana. Sé que no me equivoco o apresuro al querer comenzar a formar un futuro con ella desde ahora, como también se que ella siente lo mismo porque se lo he preguntado y me ha dicho que si- Llegados a esta punto, el joven no supo bien como seguir su improvisado discurso, por lo que trato de ser lo más claro posible –Creo que lo que quiero decirles es que yo en verdad amo a Ginny, por lo que le he pedido que se case conmigo y ella ha aceptado-

-Mis niños- Exclama emocionada la señora Weasley juntando sus manos –Eso es maravilloso, felicidades-

-Gracias mama- Dice su hija totalmente sonrojada.

-No dudo de sus sentimientos chicos, pues se que ustedes en verdad se aman uno al otro...- Comenzó el padre se la joven, sintiendo que lo que estaba por decirles era una falta de respeto al su yerno luego de la gran declaración de amor que izo –Pero no se estarán apresurando un poco? Quiero decir. Cuál es el apuro si la guerra ya termino? Creo que lo mejor sería que se den un tiempo para estar juntos antes de dar este gran paso-

-Arthur-. Exclama su mujer reprobatoria mente, pues él tendría que estar apoyándolos en lugar de cuestionarlos, más después de lo que salió en el periódico esa mañana.

-No estoy diciendo que este mal o algo parecido. De hecho, se que están haciendo lo correcto- Les dice algo incomodo por la mirada que le daba su esposa –Es solo que con ser lo correcto no basta, también tiene que ser por los motivos correctos. Pues una correcta decisión tomada por los motivos equivocados puede volverse una decisión equivocada-

-No nos estamos equivocando papa- Le dice su hija frunciendo el seño –Yo en verdad amo a Harry. Sé que es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida y que quiero como padre de mis hijos-

-Bueno, en ese caso no puedo hacer más que alegrarme por ustedes- Les dice él hombre mayor tomando de la mano a su mujer –Tienen nuestra bendición para celebrar esta unión-

-Gracias señor Weasley- Dice aliviado Harry, sintiendo como un gran peso se le iba de los hombros con la aprobación de sus suegros –Les prometo que haré todo lo posible por hacer feliz a su hija-