Capítulo 5

3.3K 102 56
                                    


El señor Weasley no podía creer lo que estaba leyendo. Cómo se atrevía esa horrible mujer a manchar de esa forma el buen nombre de su hija, escribiendo todas esas calumnias. Completamente disgustado dejo el periódico sobre la mesa, incapaz de seguir leyendo esa sarta de mentiras. Sin embargo trato de dejarlo apartado a un costado para evitar que alguien lo leyera durante el desayuno, pues no quería que este se arruinara de esa forma.

-Algo interesante?- Pregunta ella levantando una ceja ante el gesto tan poco propio de su marido al apartar el diario, a lo que él solo responde haciendo un mohín.

-Buenos día- Exclama George entrando a la cocina y sentándose a la mesa.

-Buenos días hijo- Dice la señora Weasley pasando junto a su cilla y dándole un beso en la cima de su cabeza antes de seguir hacia el fuego donde estaba haciendo las tortitas de chocolate que tanto les justaba a sus hijos.

-Dormiste bien hijo?- Le pregunta su padre estirando la mano para agarrar una tostada del plato que estaba dispuesto en el centro de la mesa.

-Gracias madre- Dice el sonriendo a su madre cuando esta le alcanza una taza de café humeante -Fue una buena noche padre, me quede dormido enseguida- Le comenta probando su café antes de endulzarlo.

-También, si vosotros se acostáis tarde anoche- Dice su madre con cierto tono de reprobación en la voz.

-Tampoco era tan tarde madre- Comenta el queriendo defenderse -A penas eran la 2 cuando nos acostamos. Además solo nos quedamos en el patio escuchando música y charlando- Aclara aunque sabe que a eso sus padres ya lo saben.

-Está bien, después de todo anoche había una fiesta- Agrega el señor Weasley en tono conciliador.

-Hablando de eso- Comenta George aprovechando la oportunidad -Donde está la festejada, apenas si corto el paste ayer-

-Ginny no ha vuelto todavía- Le responde su madre apretando los labios, pues estaba claro que no aprobaba tal comportamiento, pues de no haber sido Harry con quien su hija se había ido estaba segura que no lo habría permitido bajo ningún punto de vista.

-Quien no ha vuelto todavía?- Pregunta Ron desde la puerta con su pelo de recién levantado entrando junto a Hermione quien se sienta al lado de su cuñado con una sonrisa tímida algo cohibida por estar sentada a la mesa familiar luego de dormir con su novio en la casa de sus suegros.

-Tu hermana- Le responde el padre de familia haciendo un mohín al menor de sus hijos varones.

-Qué? No ha venido a dormir?- Pregunta asombrado sentándose entre su padre y su novia procesando la información.

-No- Dice su madre frunciendo el ceño.

-Hoo- Murmura Hermione sonrojándose al recordar la conversación que tuvo con su amiga ayer. Bueno, piensa divertida, no paso sus primeras horas como adulta con Harry pero si las últimas horas de su cumpleaños.

-Qué pasa?- Pregunta Percy entrando a la cocina y rompiendo el incomodo silencio que se había creado de repente, totalmente ajeno se desplaza hasta sentarse frente a su cuñada y toma una de las taza de café que su madre había dejado sobre la mesa -Y Ginny? Sigue durmiendo?- Pregunta mirando hacia los costados.

-Lo más probable, aunque no en su cama- Dice divertido George tratando de ocultar la sonrisa que le daba la situación.

-George- Le reprende su madre totalmente escandalizada por la implicación de las palabras de su hijo -Estas hablando de tu hermana, mas respeto-

-Qué?- Dice el aludido levantando las manos -Solo dije un hecho comprobable, al menos que Ginny esté en su cama si subimos en este momento a comprobarla-

Ciegos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora