M: ¿Cómo que está expuesto? ¿A qué te refieres?
L: Sí, a ver, si entras en el perfil de Facebook y le das a información, te sale un número de teléfono. Y he supuesto que es el suyo, así que tal vez quiera cambiar eso y ponerlo en oculto otra vez.
M: Vale, lo acabo de mirar y está ahí.
L: ¿Por qué querría mentirte? No gano nada
M: Ahí tienes razón, simplemente se me hacía muy raro que se pudiera ver el número. Se lo voy a decir ahora mismo para que lo cambie. Muchas gracias J
L: No hay de qué J Es vuestra vida privada, y si yo estuviera en el mismo lugar me gustaría que alguien me avisara. No creo que quisiera tener que cambiar de número sólo para no recibir llamadas y mensajes a todas horas.
M: Aún así, no todo el mundo haría lo mismo, es de agradecer. Tenemos suerte de tener fans como tú, tan íntegras y buenas personas. Cualquier cosa que necesites, no dudes en mandarme un mensaje, siento que te debo una.
L: No me debes nada jaja, lo he hecho porque es lo correcto. ¡Gracias a ti por leer el mensaje!
M: Dime cómo te llamas al menos, ¿no? En tu perfil no lo pone
L: Me llamo Lara, no es ningún secreto, si miras un poco lo encuentras jaja
M: Lara... oye, tú no serás la de Snapchat??? Tu nombre no es muy común que digamos, y conocía a una chica que se llamaba igual
L: Supongo que sí, soy yo. Te escribí un par de veces.
M: Ya me parecía, he estado mirando fotos y me sonaba mucho tu cara de haberla visto antes, y he leído también alguna cosa sobre tus padres en algunos de tus posts...
L: ¡No me lo puedo creer, eres un cotilla! Xd
M: Es simple curiosidad ;)
L: Ya... seguro que no eres en realidad un pervertido???
M: No más de lo que ya sabéis todos en el fandom JAJAJA
L: Qué tonto XD
M: Gracias de verdad, Lara. Y espero de corazón que te haya ido bien estos meses, se me hizo raro no saber de ti ningún sábado.
L: Gracias a ti, Marc. No pensé que te acordarías de mí.
M: Creo que nunca podría olvidar una historia como la tuya. Mucho menos un alma tan buena como la tuya.
Seguimos hablando durante toda la semana, me sorprendió de hecho que fuese él quien me escribiese primero a mí después de aquel día. Quería darme las gracias en nombre de su compañero de piso, que se mostró muy aliviado al saber que había sido alguien como yo quien se había dado cuenta y no había aprovechado el tener su número de teléfono para llamarle o mandarle algún mensaje. Incluso él me buscó por Instagram y al leer el mensaje que le había dejado, me respondió dándome las gracias personalmente, pero aquello no llegó más allá de cuatro mensajes que intercambiamos él agradeciéndome mi acción y yo quitándole mérito al asunto y diciendo que era lo que tenía que hacer.
Sin embargo, algo en aquella buena acción que tuve cautivó a Marc y le hizo seguir hablando conmigo. O eso me dijo él cuando le pregunté por qué seguía escribiéndome y queriendo saber más sobre mí.
Todo parecía sacado de uno de esos fanfics que solía leer en Wattpad, pero no lo era. Aquello era muy real, y aunque a veces me abrumaba lo extraño que era estar hablando con mi ídolo como si fuera un amigo más, debía reconocer que se sentía muy bien. Mucho más que muy bien.
M: A veces me sorprende lo buena que puedes llegar a ser. No sé si me explico, pero he visto gente tan interesada e intentando sacar un pedazo a la mínima, que cuando hablo contigo es como un soplo de viento fresco.
L: No sé qué responderte a eso, la verdad.
M: No pretendo que me des una respuesta en realidad jaja. Simplemente quería recordarte que eres una gran persona, muy distinta de las que abundan hoy en día. Eres única, y eso te hace muy especial, Lara.
L: Anda, deja de piropearme, zalamero. No te voy a dar del pastel de chocolate que estoy haciendo, así que te lo puedes ahorrar.
M: Vaya, me has pillado. Sólo quería un trozo de ese pastel ;)
L: Gracias por hacer todo lo que puedes para animarme, eres de las pocas personas en que siento que puedo confiar, Marc. Gracias de verdad.
M: No tienes que darme las gracias. Yo también siento que puedo confiar en ti ciegamente, y no sabes lo que necesitaba encontrar a alguien como tú.
Quizá fue que entendí mal el sentido de sus palabras. O quizás no. Quizás sí sentía en ese momento lo que me estaba dando a entender, quizá sí sentía que yo era alguien especial y de verdad me apreciaba. Quizá simplemente las cosas cambiaron con el paso del tiempo.

ESTÁS LEYENDO
¿Finales felices?
Cerita PendekHay una fina línea entre ser una fan con suerte y una amiga de verdad. El problema fue la confusión.