Capitulo 2: Cuando Sam encuentra la foto

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Lo que os contaré me ocurrió hacen tres semanas más o menos, y solo os lo contaré porque creo que tiene algo que ver con lo que me está pasando hoy, bienvenidos a mi historia sobre la foto.
Todo comenzó cuando estaba caminando de mi casa hasta el instituto. No está tan lejos, tardo aproximadamente quince minutos desde mi casa hasta el centro educativo. Por el camino tengo que pasar por un parque muy bonito, lleno de columpios, bancos amarillos, muchas flores, árboles y todo tipo de vegetación y justo en el centro de ese parque hay un lago muy limpio lleno de piedras redondas en el fondo que le dan un toque muy acogedor. Y siempre que voy al instituto por las mañanas tengo la opción de cruzar todo el parque y disfrutar de su paisaje, lo que añaden cinco minutos en mi caminada, o pasar por la acera que rodea el parque y como siempre voy tarde siempre elijo la segunda opción. Pero esa mañana por alguna razón me levante más temprano y salí de casa treinta minutos antes, así que decidí pasarme por el parque y disfrutar del olor fresco de las flores. Cuando estaba cerca del lago, noté un sobre que sobresalía de entre dos piedras, parecía colocado allí a propósito, pero yo no quise tocarlo, pues tal vez sería de alguien, así que no lo tomé, simplemente seguí mi camino. Durante las clases, no podía parar de pensar en ese sobre y en qué cosa podría haber en él. Al terminar acabar las clases me dirigí directamente al parque. Me sorprendí al encontrar el sobre en la misma posición, había gente cerca, niños jugando y aquel vistoso sobre les parecía invisible. Me senté en el banco que estaba cerca de las dos piedras y me quedé allí mirando al sobre hasta que decidí cogerlo.
Cuando llegué a casa, mi madre me esperaba preocupada por la tardanza, le puse una excusa barata y al parecer me creyó, comí, lave los platos y le dije que me iba a estudiar en mi habitación.
Ya no podía esperar más, estaba muriéndome de la curiosidad, por fin podía abrir el sobre y ver que es lo que había dentro.
Cuando despegué la solapa que cerraba el sobre me quedé helado, estaba escrito mi nombre y las iniciales de mis apellidos: Samuel S. R.
Si aquello era una coincidencia, era una muy grande.
Dentro del sobre una foto, una instantánea en la que aparecía una chica de mi edad, con el pelo largo y anaranjado, un rostro muy dócil lleno de pecas que adornaban una fina nariz, sus ojos azules y brillantes mirando fijamente a la cámara, lo que hacía con que pareciera que me estaba siguiendo con la mirada. En sus labios una tímida sonrisa de niña terminaba de enmarcar su aspecto inocente pero increíblemente atractivo.
En la foto se la veía sentada en uno de los columpios del parque, y con una mano sujetaba una cadena del columpio y con la otra hacia una señal bien típica para las fotos: enseñaba dos dedos, el índice y el medio, haciendo con ellos una larga y huesuda "V" o quizá el número dos.
Por detrás de la foto, en el rincón superior, habían dos fechas: "5/3/2001" y también "8/10/2014" no entendí nada, así que solo le di la vuelta a la imagen y seguí mirando el amable rostro de aquella preciosa chica intentando entender por qué no la he visto nunca antes.

La foto: Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora