COMO UN RÍO

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COMO UN RÍO

Siempre nos han dicho que nuestra vida es como un río. Que nace en lo alto de una montaña y muere en el mar. Que siempre está lleno de vida. Que a lo largo del transcurso, nuevas aguas se acumulan a las que ya hay. Que hay piedras que dificultan su trayectoria. Pero que así es la vida del río. Y sí, nuestra vida se parece a la de un río. ¿Por qué? Simplemente es así.

A veces no nos damos a algo o alguien, nos estancamos en una etapa de nuestra vida y no avanzamos. Pero tenemos que darnos cuenta de que la vida sigue, que es muy corta y tenemos que aprovecharla.

Yo en ciertas partes de mi vida aún sigo atascada en el pasado, no consigo seguir adelante. Porque hay cosas que te marcan, que te dejan huella, y que por mucho que quieras va a costar sacar esa espinita clavada. Que a pesar del tiempo que haya pasado, aún duele recordarlo. Yo siempre he sido una persona super cerrada con la gente, siempre me ha costado confiar en la gente, sobre todo con aquella con las que más tiempo llevo. Muchas veces me pregunto porque soy así, porque no puedo abrirme con esas personas, pero si con gente a la que acabo de conocer. Y todos mis pensamientos llevan al mismo punto. No puedo olvidar aquello que paso en mi infancia, esas puñaladas por la espalda que ahora de mayor entiendes, esas palabras, de las que consideras personas importantes en tu vida, que aún duelen al recordar. Que aunque hayas perdonado no se olvidan, y es cierto que no puedes olvidar aquello que tanto daño te hizo. Solo queda vivir con ello. Intentar no pensar mucho y seguir adelante.

Porque, puede parecer una tontería, pero es una de esas piedras que hay en un río, esas piedras que constantemente obstaculizan. Para mí lo es, aunque sé que poco a poco puedo volver a confiar. Porque confío en la gente que voy conociendo de más mayor, pero quiero volver a confiar en esas personas que a pesar de todo siguen formando parte de mi día a día. Y que sin esas personas no sería lo mismo.

Solo tengo que poner empeño, porque poco a poco se puede lograr, poco a poco puedes empezar a confiar en esas personas.

Y hay que dejar el pasado atrás, porque es el pasado, y hay que mirar hacia delante. Pero sin duda hay que vivir en el presente. Vivir cada segundo como si fuera el último, porque cada momento es único e irrepetible. No hay que dejar pasar el tiempo sin hacer aquello que quieras llegar a conseguir, porque como el río, nace, pero pronto desemboca y muere.

No pierdas cada segundo de tu vida, rompe esos muros del pasado, esas cosas que te impiden avanzar, que aunque duela, aunque hayas perdonado he intentado cambiar y dejar de ser tan distante con la gente, en mi caso; lo más importante es olvidar. No ganas nada recordando cosas que de cuando eras pequeña no te dabas cuenta, pero que ahora jamás se volvería a repetir, y que esas personas no volverían a repetir aquello que te dejó huella.

Recuerda la vida son dos días.


Hola!!

Aquí tenéis una nueva entrada, espero que os haya gustado y espero vuestros comentarios.

Gracias por leer.

Besos, María.


Mi mundo entre letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora