PERDONAR
Perdonar nunca es fácil, olvidar menos. También depende de la persona y de lo que haya sido. Pero al final lo importante, lo que debe quedar, es el perdonar. Aunque el orgullo pueda con nosotros, debemos hacerlo. Debemos sacar la basura. Dejar todo lo malo fuera y conservar lo bueno, lo que realmente valga la pena.
Ahora mismo se me viene a la mente muchas cosas, muchos momentos en los que yo debería pedir perdón u otra gente que debería.
Una en concreto, una que a pesar de que yo no sea la causante ni la culpable me influye. Porque esas cuatro personas deberían sentarse a hablar, arreglar lo que paso y así al menos tener la conciencia tranquila. No digo con eso olvidar todo lo que ha pasado y hacer como si nada, porque no puedo, a pesar de que sean sangre de mi sangre, no puedo llamarlos de tal manera, no, porque aquí me han tenido y no han venido. No me han visto crecer, no saben nada de mí, ni de como soy, porque dos llamadas al año no es nada.
Deberían arreglarlo sí, que seamos una familia unido, no. No siento que sean parte de mí, y eso me duele más que ninguna otra cosa, pero la vida es así, nunca es buena ni fácil.
Otro momento, es el momento que marca mi infancia y el como soy ahora, el por qué fría como el hielo y no cálida como el sol. Momentos que marcan dejan huella y cuenta borrarlos. Y sé que algunas veces es mi culpa, que soy la primera que comete errores y que debería de pedir perdón. Debería. Pero no lo hago y sé que algún día lo hare. Pediré perdón por todos los errores que cometí, por todo el daño que hice. Pero sé también que esas personas me pedirán perdón, algún día lo harán, estoy segura de ello.
Muchas veces es el rencor lo que se queda guardado. En cambio otras perdonas pero no olvidas. Pero no olvidas porque quieras guardar rencor o vengarte algún día, sino que no olvidas para que siga permaneciendo en tu mente. Para que no permitas que vuelva a ocurrir. Para no volver a salir lastimado. Porque perdonas, pero no olvidas. No olvidas porque tienes miedo, miedo a que vuelva a pasar. Miedo de perder esa confianza que tienes hacia esa persona o esas personas. Pero aun así, a pesar de todo, luchas contra todo para que esa confianza vuelva, porque sabes qué, no volverá a pasar. A lo mejor pasan días, meses e incluso años, pero al final lo logras. Y sé que lo lograré, porque estoy en ello y con empeño todo se logra. Y sé que llegare, todo es cuestión de tiempo.
Hola!!
Espero que os haya gustado la nueva entrada.
Gracias por leer.
Besos, María.
ESTÁS LEYENDO
Mi mundo entre letras
Non-FictionHola lector@s!! Me llamo María he decidido comenzar ha escribir este blog para expresar todos mis sentimientos y sobre todo para plasmar mis pensamientos. Probablemente todo lo que escriba será porque me ha pasado o me esta pasando, a sí que sí, ser...