Melanie Guillén
Muchos dicen que sueñas cosas relacionadas con cosas que te han marcado durante el dÃa o las últimas semanas. Yo no sé si es verdad o no, pero cada vez que he visto esa mirada, he soñado algo distinto. Una pesadilla y el mejor sueño de todos, que mejor no compartirlo con nadie. Fiu, fiu. ¡Madre mÃa! A veces me sorprendo cuando deliro...
Bueno, creo que ya es hora que levante el culo de la cama y aproveche estos dÃas —antes de ponerme con el trabajo—, y ver y orientarme por Roma.
Saco la libreta del bolso y la pongo encima de la mesa; busco un mapa e intento dibujarlo más o menos igual. Sé perfectamente donde quiero ir. Esta cabeza mÃa, no para. La que es organizada, es organizada hasta en la manera de dormir. ¡Qué exagerada soy a veces!
—Vamos a ver Roma.
Horas más tarde
Después de hacer un poco de turismo y relajarme en mi nueva casa, decido salir de fiesta por aquÃ. La solitaria me voy a llamar. Aunque, tal vez conozca a alguien como los españoles que conocÃ. Mente positiva.
HabÃan carteles por las calles de que un grupo iba a tocar esta misma noche y, ¿por qué no?
Pongo música italiana para seguir haciendo oÃdo. Sé el idioma, pero hay que adentrarse por completo en el ambiente. Cojo el vestido, pero veo el mono que me regaló mi amiga y no puedo resistir la tentación.
Cuando abrà el regalo, la baba no se me calló de milagro. No soy una obsesionada de la ropa, pero me gusta ir siempre conjuntada; me hace sentir bien. Además, fue amor a primera vista.
Con un maquillaje natural y bien perfumada, llega la hora de salir. ¡Estoy emocionada! No cabe duda de que estoy viviendo esta nueva aventura con muchas ganas.
La fiesta está muy animada. Hay mucha gente. Muchos ya llevan unas copas de más y otros están empezando. Me acerco a la barra y pido un cubata para ir comenzando, al menos, refrescarme, puesto que hace un poco de calor. Me acerco al montón que hay delante del escenario y comienzo a bailar. Qué raro que no bailaras. No puedo evitarlo.
Todo está yendo genial. El ambiente, la música...
—¡Hola guapa!
Me doy la vuelta y veo a un joven con los ojos totalmente dilatados y una sonrisa demasiado perturbadora. Una sonrisa que no me gusta y me hace recordar a Ãlex. Le doy la espalda y sigo bailando, ignorándole.
—¿Qué hace una chica tan sola por aqu�
Volteo para volver a ver la cara de estúpido y borracho que hace.
—¿A caso necesito de un hombre para pasarlo bien? —Respondo enojada a su pregunta. ¿Pero que se cree este pipiolo? —Arreando que es gerundio...
—No te hagas la difÃcil, sabes que vas a caer rendida a mis pies. —Se acerca e intenta cogerme de la cintura, pero se lo impido. Se rÃe—. Me pones mucho, muñeca.
¡Lo que me faltaba por oÃr! ¿Muñeca?
Le empujo y me alejo del barullo. Hay que ser imbécil. ¿Se piensa que asà ligará mucho? Alguien caerá. Pues yo no voy a caer. No quiero un rollo pasajero, ni un segundo Ãlex. Ya he tenido suficiente con uno como para probar con otro. Me pones mucho, muñeca. A mà también me pone, pero enojada me pone. Y siempre tiene que haber algún gilipollas que te estropee el dÃa, bueno, en este caso, la noche. Con lo contenta que venÃa yo...
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Este chico no es el mío
ChickLitLa venda se desprende de los ojos de Melanie, dándose cuenta de que la relación que tenía con Alex era una completa farsa. Fue en ese momento, cuando vio que solo jugaba con ella y se aprovechaba de lo que realmente sentía. Todo cambió y decidió dar...