Capítulo 27

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"No es justo" se dijo Sirius por quién sabe qué vez esa tarde.

Suspiró sonoramente, haciendo que tanto Remus como Peter le miraran molestos, apartando las narices de sus libros en el acto.

Los pocos alumnos que quedaban en la torre de Gryffindor habían decidido quedarse estudiando, o bien en la Sala Común o bien en la Biblioteca. Algunos más jóvenes, sin embargo, se fueron a primera hora de la mañana para hacer una guerra de bolas de nieve contra las otras tres casas.

James Potter y Lily Evans habían ido a Hogsmeade para su primera cita. Remus le había prohibido a Sirius ir a espiar.

Maldito Remus.

Volvió a suspirar a todo volumen, dramáticamente.

-¡Sirius! -exclamó Peter frunciendo el ceño.

Varios de sus compañeros se giraron al instante para chistarle, interrumpiendo por un momento la monótona melodía compuesta por el pasar de las hojas, plumas escribiendo y sus propias respiraciones. Por su parte, Peter puso los ojos en blanco y les dedicó un gesto grosero.

-Si queréis silencio, idos a la Biblioteca -dijo enfadado-. Tengo derecho a hablar en mi Sala Común.

Nadie respondió, así que la mal disimulada risa de Sirius pudo escucharse.

-¿Te pasa algo, Pete? -se limitó a decir inocentemente.

-A ver... -fingió pensar-, llevas suspirando como una de tus enamoradas desde que James se marchó con Evans. Dado que desde entonces han pasado cuatro horas... No sé... Déjame decirte que has molestado bastante y yo necesito aprobar este examen.

Señaló su libro de Encantamientos, siendo secundado por Remus, que le miró con la expresión de un padre severo.

-¿No me dirás que tú también necesitas aprobar ese examen, señor sabelotodo? -espetó lanzándole un cojín.

-Aunque tenga muy buenas notas, un suspenso lo estropearía todo, ¿sabes? -respondió tranquilamente, evitando el cojín y mirando con cariño su libro de Defensa Contra las Artes Oscuras avanzada- Te pasará a ti como no estudies Pociones.

-Por favor -resopló apartándose un mechón con un elegante gesto-. Tengo a Slughorn comiendo de mi mano.

-Para tenerle comiendo de tu mano, no te veo yendo a sus reuniones del "Slugh Club" -respondió Peter con burla.

-Ninguno de vosotros dos va -replicó cruzándose de brazos y deslizándose en su asiento.

-No es que yo quisiera; Moony, en cambio, sí podría ir -murmuró él por lo bajo.

-Podría ir, sí, pero creo que nuestro querido profesor sospecha sobre mi pequeño problema peludo -contestó amargamente, encogiéndose de hombros con resignación.

Sus palabras murieron poco a poco según pasó de página. Su mirada se tornó a una horrorizada y ofendida, tal y como las de Madame Pince cuando pillaba a algún alumno maltratando sus queridos libros.

-¿Quién de vosotros ha sido el estúpido que ha escrito en mi libro? -cuestionó alzando la voz, ganándose más riñas por parte de sus compañeros.

-¡Idos a la Biblioteca! -repitió Peter exhausto- Yo no he escrito nada, Remus.

-Yo tampoco y dudo que James lo haya hecho -corroboró Sirius- ¿Has visto esa letra? Es horrible. No es de ninguno de nosotros tres. Sin embargo me suena...

-"Katie y Remus, juntos para siempre" -leyó el implicado con molestia.

-Bórralo y ya está -dijo Peter.

Sirius Black, alcahuete en ratos libres (en proceso de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora