Habían pasado algunos meses desde lo sucedido en la boda y afortunadamente nadie se había enterado o eso era lo que ellos creían. Seguían viéndose cada cierto tiempo, ambos sin remordimiento alguno disfrutaban de la compañía del otro ya sea de manera sexual o simplemente como amigos. Pasaban tardes hablando, viendo películas o iban a bares a beber y jugar pool para después volver al departamento de Audrey y terminar su día con una buena dosis de sexo.—Dile que te sientes mal, no vayas y quédate conmigo —se sentó sobre él mirándolo. Lucille había planeado unas pequeñas vacaciones con Negan pero ella no quería que se fuera.— podemos disfrutar toda esa semana solos tú y yo.
—No puedo, debo ir con Lucille, es mi esposa y está muy entusiasmada con estas vacaciones.
—Negan... —reprochó en susurro cerrando los ojos al sentir su dureza rozar su feminidad.— no he hecho absolutamente nada y tú ya estás duro.
—Mi imaginación es muy amplia, Aud y tú con este maldito vestido me ayudas mucho más —besó el cuello de la chica mientras sus manos recorrían sus piernas hasta llegar a su trasero dándole un leve apretón.— joder... Lucille nunca me va a satisfacer ni me excitará de la puta manera en que tú lo haces... pero estoy casado con ella.
Audrey se quedó en silencio unos segundos, odiaba cuando no dejaba de repetir que Lucille era su esposa, eso lo tenía más que claro y por supuesto que se ponía celosa cada vez que se lo decía. Estaba comenzando a hartarse— Bien pero no te asombres ni te molestes cuando vuelvas y yo esté con otro hombre, es momento de que empiece a buscarme una pareja y que mejor que esta semana, no puedo estar sola para siempre ¿no? —sonrió besando su mejilla y se puso de pie acomodándose el vestido yendo a retocar su maquillaje.
—¿Qué mierda haces?
—¿Qué crees tú? Saldré. —dijo obvia mirándolo por el espejo con una leve sonrisa.
—No, Audrey, no lo harás, te quedarás en este maldito departamento esperándome. —murmuró autoritario tomándola del brazo volteándola.
—¿Por qué debería hacerlo? Tú estarás con tu querida esposa, yo debo seguir mi vida y encontrar un novio o un ligue, lo que sea está bien para mí. —sonrió provocándolo. Sabía que Negan era muy posesivo con lo que él marcaba como suyo y ella era suya, él se lo había dicho muchas veces.
—Nadie más que yo puede tocarte, joder. —gruñó ejerciendo fuerza en su brazo acorralándola contra la pared.
—Tienes a tu esposa para celar, Negan, yo solo soy tu amiga, lo has dicho muchas veces —lo miró fijo y se soltó apartándose tomando su cartera— cierra bien la puerta cuando te vayas.
—Audrey, ven aquí, no irás a ningún jodido lado ya te lo dije.
—Haré lo que yo quiera, es mi vida también y merezco a alguien que me quiera para más que follar. —salió del departamento yendo a su auto. Le gustaba sentir que Negan estaba celoso por ella, le daba la sensación de que podía sentir algo y era lo que más deseaba pero ya no podía soportarlo, estaba aburrida de ser solo la amante.
Condujo hasta alguna discoteca y entró en esta yendo a la barra pidiendo algo para beber mientras miraba a su alrededor. Le era algo casi imposible fijarse en otro hombre que no fuese Negan, él era físicamente todo lo que ella buscaba pero un completo idiota con el que nunca podría tener algo serio. Le entregaron su bebida y se la tomó, ni en esos momentos podía quitarlo de su cabeza ¿cuán jodida estaba por ese hombre?
Sintió a alguien sentarse a su lado y le estaba hablando pero ella no le prestaba atención hasta que giró su cabeza mirándolo, era bastante guapo por lo que podía ver.
—¿Me escuchas?
—¿Qué? Oh, sí, lo hago —asintió sonriendo.
—Soy James ¿cómo te llamas, linda?
—Audrey ¿qué buscas, James?
—Nada —sonrió de lado sin apartar su mirada de ella— solo me vine a sentar, estoy con unos amigos pero las discotecas no son lo mío y te vi aquí sola así que... aquí me tienes.
—Oh... bueno tampoco son mi especialidad, prefiero los bares pero quería probar algo diferente —sonrió mirándolo.
—¿Quieres salir de aquí e ir a otro lugar?
—Por favor —asintió poniéndose de pie tomando el brazo del chico dirigiéndose a la salida— conozco un bar por aquí cerca, podemos ir y hablar con más tranquilidad —le sonrió cuando salieron de la discoteca y pudo apreciarlo mejor, era quizás más guapo que Negan.
—Por supuesto, llévame.
Audrey sonrío y empezó a caminar a su lado llevándolo al bar hasta que sintió un tirón en su brazo separándola de James— ¿qué haces con este tipo? Maldición, no irás a ninguna puta parte con él, Audrey —era Negan y por su rostro pudo ver que estaba bastante molesto.
—No es algo de tu incumbencia, Negan, vete a casa con tu esposa.
—No iré a ningún maldito lugar sin ti, no dejaré que nadie más te toque, eres mía, me perteneces.
—¡No! ¡No soy tuya, Negan! ¡Eres un maldito pedazo de mierda, quieres que sea tu maldito juguete pero ya no quiero serlo más, me aburrí de ofrecerte mi amor y que tú solo lo ignoraras! ¡Vete a la mierda! —exclamó furiosa. No sabía por qué había reaccionado de esa manera, fue algo impulsivo.
—Ya la escuchaste amigo, será mejor que te vayas —dijo James bastante tranquilo.
—Tú no te metas, jodido idiota. —gruñó acercándose amenazante a James.
—Vete, Negan, no quiero seguir con esto, ve a hacer feliz a tu esposa y que tengan unas bonitas vacaciones —murmuró tomando el brazo de James y siguió caminando dejándolo atrás. Debía olvidarlo, fue un maldito error lo que había tenido con él.