Good times gonna come.

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—¿Quién eres?

—Isabella.

El líder gruño dándole a entender que ya estaba perdiendo la paciencia.— Una última jodida oportunidad ¿quién eres?

La chica lo miró fijamente— Isabella —susurró firme

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La chica lo miró fijamente— Isabella —susurró firme.

Negan la tomó con fuerza del brazo y volvió a tirarla a la celda encerrándola.
Llevaba ahí casi un mes y aún no se rendía, no lo haría por nada del mundo, nunca respondería ante ese loco.


Otra semana había pasado desde que Negan estuvo ahí por última vez, semana en la que habían reducido su comida y agua, suponía que lo hacían para que se uniera a ellos. Añoraba darse una buena ducha, comer alguna fruta y dormir en una cama con ropa limpia, las lágrimas no tardaron en llenar sus mejillas se sentía tan débil tanto física como mentalmente, ya no podía soportarlo, sabía que en cualquier momento Negan le haría la misma pregunta y estaba tan asustada de saber que está vez le diría lo que él siempre quiso escuchar.

Sintió que abrían la puerta de su celda pero solo vio una silueta en la pared, sabía con exactitud quién era y a lo que venía.

—Santa mierda, pareces un puto saco de huesos —escuchó su maldita voz y un escalofrío recorrió su cuerpo, ni siquiera podía hablar bien ya que su garganta estaba muy seca por la falta de hidratación.— hey, creo que se han pasado un poco con tu castigo, joder estoy seguro de que si sigues así morirás en unos días.

La rubia carraspeó y pasó saliva por su garganta— No... es como... si te importara —su voz sonaba ronca y rasposa lo que lo hizo reír.

—Mierda... si que estas jodida, creo que fue suficiente para ti.

El líder la cargó sacándola de la celda haciendo que Isabella cerrara los ojos con fuerza al sentir la luz sobre ellos, estuvo a oscuras tanto tiempo que sus ojos dolían se aferró como pudo a la camisa de él sollozando leve, aún no quería morir y estaba muy asustada por eso, por lo que haría Negan, esa última semana le había afectado de tal manera que ahora le tenía miedo a la muerte algo que a ella antes le importaba muy poco.

Negan la dejó sobre una cama que se sentía tan cómoda que podría quedarse ahí para siempre.

—Vamos, solo debes decirlo y todo esto acabará —murmuró entregándole un vaso de agua.

La chica tomó el vaso y bebió el agua rápidamente atragantándose, tosió un par de veces y lo miró— Negan, soy Negan —susurró con voz débil y los ojos llorosos.

—Jodidamente bien, estás siendo inteligente ya veras que los buenos tiempos están por venir. Todo lo que necesitas por el momento está en esta habitación, recupérate y después hablaremos mejor —ella asintió y él la miró unos segundos para después salir dejándola sola.

Se sentía horrible por haberse entregado a ese hombre pero no tenía otra salida, no quería morir. Sollozó poniéndose de pie como pudo acercándose a la mesa donde estaba la comida empezando a comer pequeñas cantidades.
Después de ducharse, descansar y pensar mejor, llegó a la conclusión de que debía adaptarse a todo para sobrevivir, la lealtad podría jugarte en contra todo sentimiento en este nuevo mundo era tu sentencia de muerte.

One Shots ➳ Negan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora