I can't stop

5 0 0
                                    

Corría sin parar por mas que mis piernas no dieran para mas.
Ese día me había cruzado con Amadeo en la escuela quien me dio su numero de celular, decidí hacer una pausa y llamarlo. En el primer intento me saltó el contestador, en el segundo tardo un poco pero contesto.

-Hey Sara!- rió a alguien que le hablaba, le pidió que se callara- que rápido me llamaste. ¿Paso algo?
-Si, necesito que me ayudes a olvidar por un rato.
-Soy mas que el indicado- volvió a reír- ¿queres que te pase a buscar?
-No, decime donde estas que camino.

Me paso la dirección y una hora después llegue al lugar. Era una casa antigua y grande bastante apartada de la ciudad. Toque la puerta que era muy alta y de madera, como nadie abría decidí entrar yo, con esfuerzo lo logré, la puerta era muy pesada.

¡Yo no soy rara!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora