Capítulo 8

31 0 0
                                    


Cada momento libre que tenía alguno de los malditos lo aprovechaba para venir con nosotras, a veces no tenían sexo con ninguna solo nos veían, les gustaba vernos, les gustaba vernos sufrir; hay personas así, por alguna razón los pusieron en ese cargo, porque sabían que no tendrían piedad sobre nadie, lo que no sé es si las personas que pusieron a esos malditos a cargo sabían de lo que eran capaces de hacer o si sabían de lo que llegarían a hacer.

Paso una semana más y nosotras seguíamos en aquella habitación blanca, desnutridas, agotadas, traumatizadas y muchas más cosas.

No teníamos nuestro periodo y eso solo significaba una cosa, nos habían dejado embarazadas, y pues era obvio ya que nunca utilizaron ningún tipo de preservativo como el condón. Un bebe se estaba formando dentro nuestro, pero moriría por la desnutrición. Yo ya estaba embarazada por Bred, pero no había dicho nada.

- ¿Alicia?

La voz que alcanzaba a escuchar era distante, se escuchaba lejos y me parecía conocida pero no sabía de donde, no la escuchaba claro, sabía que era de afuera pero no podía entender bien lo que esa voz pronunciaba con sus labios.

-Alice, ¿estás aquí? - era un murmullo

No podía contestar, estaba tan agotada, mi voz apenas y se escucharía.

un hombre de blanco de los que traían mascara, entro a la habitación y al verme a mí y a May así se soltó a llorar, se quitó la mascar y pude ver que era Bred, corrió con nosotras y nos abrazó, estábamos agonizando y el ya no podía hacer nada, se quedó llorando mientras nos explicaba todo lo que había sucedido.

Al llegar a la isla los trajeron al lugar en donde estábamos, los interrogo la misma señora, los pusieron a trabajar como los hombres de blanco.

Bred dijo que unos minutos antes de venir a la habitación donde estábamos un compañero le dijo que si quería "ya sabes que" que en esta habitación había dos chicas jóvenes muy dispuestas a cualquier fetiche, Bred le pregunto qué de donde habían venido y el hombre respondió que las habían encontrado en un bote, él nos recordó y corrió para donde May y yo estábamos y nos encontró así, agonizando.

Yo tenía Sífilis y herpes genital al igual que May, aunque lográsemos escapar ambas moriríamos. La sífilis y el herpes son enfermedades de transmisión sexual que alguno o algunos de los violadores nos habían transmitido.

Si hubiese tenido penicilina nos habríamos curado la sífilis y si tuviésemos Aciclovir el herpes habría desaparecido, a pesar de que no tiene cura de algo habría servido.

Ver a Bred me dolió mucho, y lo peor fue que el no pudo escuchar mi voz ni yo la de May.

Mi nombre es Alicia Quinter

Tengo diecinueve años

Tengo una hermana mayor por un año llamada May

Mis padres han vivido conmigo desde siempre

A los trece años mi vida cambió radicalmente

Vi a personas morir con mis propios ojos

Fui interrogada en varias ocasiones

Estuve encerrada por muchos días

A los dieciséis años mi mejor amiga Marilyn me declaro su amor

Sufrí miles de pérdidas y por un tiempo creí muerto a mi papa

Trabaje como cocinera en dos ocasiones, en un más tiempo que la otra

Perdí la virginidad con el joven que conozco desde siempre, Bred

Fui embarazada por el hombre con el que tuve mi primera relación sexual

Fui contagiada de Herpes y Sífilis

Fui víctima de maltrato en muchas ocasiones

Perdí la pierna izquierda

Bred se quedó allí con nosotras hasta que cerramos los ojos.

De un momento a otro desperté en un campo en el suelo, había mucha y larga hierba y yo estaba encima de ella, había bonitas flores y grandes girasoles; me levante del suelo y comencé a ver el lugar, volteaba para todos lados, era muy hermoso, arranque una flor y la observe mientras su exquisito perfume me llegaba a la nariz, estaba feliz, estaba sonriendo, recuerdo haber visto a May a lo lejos, no me movía del lugar en donde estaba, solo veía a los alrededores, en ese momento me llego un vago recuerdo de mi abuela en donde ella me saludaba, el momento paso muy rápido pero para mí todo era muy lento, hasta mis pensamientos parecían que los tenía que procesar antes de pensarlos y ese proceso era muy lento; miraba de derecha a izquierda muy lento y observándolo todo, veía a las personas que estaban a lo lejos a las cuales casi todas las conocía o conocí, por ejemplo allí se encontraba una prima que había dejado de ver desde hace mucho tiempo pero que en ese momento puede volver a ver, ya estaba más grande pero casi no se notaba, vaya ella sí que traga años porque parecía que solo había pasado un año pero en realidad eran casi siete años los que habían pasado, quizá más, no los había contado; May se había sentado, yo la podía ver pero mis pensamientos eran tan despreocupados y lentos que no pensé en ir con ella, en el fondo sabía que tendría mucho tiempo para estar con May y que no hacía falta ir en ese momento con ella ya que lo podía hacer en otro momento; de repente sentí un golpe muy fuerte en mi corazón y todo se aclaró, ya no estaba tan despreocupada, me había dado cuenta de lo que estaba sucediendo y comencé a respirar muy rápido, voltee hacia abajo y me di cuenta de que ya estaba muerta.

- ¿Puedes contestarme una pregunta?

¿sabes porque estas aquí?


FIN


El Fin (¡COMPLETA!) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora