Flirt. Nuevas Especies.

Capitulo 20.

El me seguía viendo Lo abrace aún más fuerte, y el dejo caer su rostro en mi cuello. Acaricia su pequeña espalda y suspire. No sabía como decirle el montón de cosas que tenía atoradas en mi garganta y comencé con una oración poco esperanzadora.

-No es tan fácil, Grenne. –Él se alejó de golpe, se acomodó en su silla. Me di cuanta demasiado tarde de que mis palabras no fueron las indicadas y que las mal interpreto.

-Si lo es. Lo que pasa es que tú eres igual a 002 y no me quieres! –Me grito y yo me quede perpleja, su comportamiento en este día en especial no había sido del todo normal, pero entendía que reaccionara así a mis palabras, en su mente el no era merecedor de ningún cariño, o si lo era solo que no encontraba a las personas que quisieran dárselo. Antes de que pudiera decirle otra cosa salió corriendo del comedor.

-¿A dónde vas!? –Pregunte saliendo disparada detrás de él, camino hasta la puerta y antes de abrirla se giró y volvió a gritar.

-Eso a ti no te importa! –Ahora sus lágrimas salían con más fuerza de sus ojos y los mismos estaban rojos, mi corazón se terminó de romper en millones de miles de pedazos y sentía un profundo dolor en el pecho, rápidamente el salió por la puerta y yo detrás de el para tratar de detenerlo pero comenzó a correr y lo perdí de vista en pocos segundos.

-Grenne regresa! No he terminado de hablar contigo! –Seguí corriendo pero me caí al tropezar con una piedra que nunca había visto. Me senté en el suelo y sin prestarle atención al raspón de mi rodilla grite con todas mis fuerzas:- Grenne!

Volví al interior de la casa si me cambie de ropa, me puse deportivas para poder correr hasta el dormitorio, cuando entre en el gire para ver cada ángulo y cada niño, pero ahí no estaba Grenne. Subí corriendo las escaleras y fui hasta su habitación pero ahí no estaba tampoco, las paredes azul rey con líneas doradas me distrajeron un poco pero me percaté de que en su mesa de noche había una foto mía, una que nunca había visto, la tome para detallarla y recordar en que momento la tomaron, estaba en el rio con un vestido rosa y supe con exactitud que fue hace menos de tres semanas cuando tuve mi periodo.

Deje la foto en su lugar y por simple curiosidad y por no dejar un pequeño presentimiento de lado, abrí la puerta del closet, su ropa estaba ordenada por colores y en dos partes, las camisas arriba y los pantalones y short en él tuvo inferior. En la puerta habían cosas colgadas, pero lo que más llamó mi atención fue una camisa blanca de vestir, de mujer y un archivo, un archivo que leí mas de tres veces y me pregunte como había ido a parar en sus manos, pero lo que más me perturbaba es que en este había muchas más información, esa a la que yo no tenía acceso. El no necesitaba torturarse con todo lo que le habían hecho a su padre, tome la carpeta amarilla y las rompí en pedazos pequeños mientras lloraba y sentía que me inundaba. ¿Dónde estaba Grenne?

Salí de allí como alma que lleva al diablo y corrí hasta el primer nivel, pase por el comedor y la sala común, la biblioteca la sala de juegos. No, nada, el no estaba aquí. Salí del internado y fui hasta el colegio, pase por todos los salones y el parque que había allí pero tampoco estaba.

Recorrí todo el internado y no lo conseguí, en todo ese tiempo perdí más de una hora.

Me acerque a la casa de Exel y él estaba junto con los niños en el jardín trabajando en el mismo, cavando unos hoyos para las plantas. El hombre rio de algo que dijeron los niños y se percató de i presencia, al levantar la vista y conectar su mirada con la mía su sonrisa murió, lamentaba haber dañado su tarde de diversión con los chicos pero necesitaba ayuda.

Los chicos habrán sentido el cabio de ambiente porque hasta yo lo sentía tenso, sonreí cuando me vieron y se levantaron para saludarme, ambos me abrazaron y luego regresaron a ensuciarse con tierra. Exel no regreso, se quedó a mi lado.