Capitulo 26.

8.3K 706 58
                                    

Después de una semana evadiendo mis responsabilidades y necesidades, Greene seguía sedado.

Cada vez que despertaba ocasionaba un alboroto, Flirt había sido el mayor objetivo de sus golpes, mi cuello el mayor objetivo de sus colmillos. El doctor estaba siendo operado porque Greene lo golpeo tan fuerte en la nariz que se la partió.

-Esto no es saludable Sam –Él estaba atrás de mí, apoyado en la pared y yo estaba al frente al pie de la cama viendo a mi hijo, alguien irreconocible. –Sé que no es culpa de el, algo lo hace actuar así. Pero ¿Estas dispuesta a soportar esto por el resto de si vida? –Flirt siempre se limitaba a saber cómo me encontraba, si greene avanzaba y de ir y venir de la tintorería y de la casa de Kira, quien hacia comida para mantener en la nevera. Por lo cual que me hablara de algo más me rompió el corazón, sabía que se estaba hartando de la situación, que me dejaría sola. No quería llorar, pero el malestar de quedarme verdaderamente sola era demasiado fuerte.

-Nena debes tratar de volver a la rutina. Sé que él es tu familia ahora pero no debes renunciar a todo, incluso solo existe, no vives. ¿Qué tal si vamos más tarde al gimnasio? Podemos dejar a alguien cuidando de el por un rato.

-No –Dije con un hilo de voz, su última sugerencia me molesto- No creerás que yo me crea que no te has fijado que greene se está inmunizando a los sedantes que están poniendo en él. –Suspire resignada mirando al motivo de nuestra conversación- A medida que el tiempo pasa el sedante le hace menos efecto. Si esto no se soluciona pronto, estará despierto como de costumbre y nada lo dormirá. No dejare a mi hermana embarazada cuidando de él, no voy a arriesgarla.

-¿Y tú? Seguirás arriesgándote.

-No puedo hacer más, Flirt. Es mi hijo y se supone que una madre debe estar junto a su hijo. –Tratando de dejar de lado un tema que me agobiaba trate de hacerlo sentir seguro. El no había estado en mucho de los despertares de greene por lo que no sabía el daño que me había ocasionado.- Él no me hace daño.

-No mientas y mírate en un maldito espejo –Me grito haciendo que me asombrara, nunca me había gritado, por lo menos no en el hospital porque en nuestras tontas discusiones de antes si lo hacía pero porque yo lo exasperaba.- No te hagas la de vista gorda y pretendas que no sé cómo está tu cuerpo bajo ese maldito vestido. Sé que tienes mordidas en el cuello y en los brazos ¿Esto te parece normal? Ni 002 hacia eso en las instalaciones.

-No pretendas meterte en este tema Flirt, yo nunca te prometí nada –Me gire a verlo, es estaba muy cerca de mí y lucia muy enojado.- No sabes nada de 002

-Si lo sé, créeme. Estoy comprometido con todo esto y se de lo que fue y es capaz ese macho. Mato mucha gente, pero nunca tomo de su sangre. No puedes esperar que no me perturbe cuando lo veo sobre ti, marcándote como si fueras suya..

-No es..

-No. Si es así, lo siento. Sé que él no está cuerdo, que está perdido en su mente y en esos sentimientos extraños, pero no puedo dejar de pensar que solo su parte animal es la que está en el, y trata de marcarte, de esa manera. No quiero ser negativo, pero el tiempo pasa y cada uno de los antídotos que se crearon tomando en cuenta todo lo que investigaste y las experiencias de los químicos no hacen nada, lo único que ha logrado es enfurecer más a 002 y acercarlo a su inminente muerte. Si no funciona ninguno de los antídotos –Pauso, parecía que no quería continuar y probablemente no debería hacerlo, pero era mi hijo de quien hablábamos, y aunque detestaba a su padre, tampoco podía dejarlo de lado en mis pensamientos.

-Habla flirt, ¿Qué pasara? No soy estúpida, sé que si no funciona ninguna y todo lo que provocan es que sea más salvaje y peligroso terminara muerto porque ustedes no pueden retenerlo.

Flirt. Nuevas Especies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora