Another School Romance. [RoChu]

Final. [1/2]

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Ese día...

Cuando tenía muchas cosas en mente, apenas solía dormir, era como si esos pensamientos no me dejasen un minuto de paz por más cansado que esté y por más que lo intentara, ¡era simplemente imposible! Sentía mi corazón agitado y las manos frías... y era justo así como estaba en el momento en que entraron los primeros rayos del día por la ventana. Apenas sentí descansar entre pequeños periodos de diez minutos como mucho, cuando volvía a despertar y mi mente no me dejaba tranquilo. 

No me quedó más que levantarme, sentarme junto a la ventana y dejar mis pensamientos  divagar, pensamientos que la serena mañana bañando las calles acompañaban a la perfección. 

He estado pasando por demasiada presión últimamente, o sentimientos fuertes, aunque eso me haga sonar como un anciano, me molestaba que solo una persona fuese el culpable, una persona que básicamente me mintió y traicionó mi confianza, una persona que por más que intento no puedo odiar. No sabía como sentirme, no sabía siquiera como me sentía, más que un poco estúpido de estar dando tantas vueltas a un asunto que no debería ser prioridad... 

¡No voy iba a seguir! Al menos, si despertaba temprano podría aprovechar mi tiempo en algo productivo... Entonces me levanté, me di una ducha, coloqué el uniforme y traté de peinarme, para cuanto bajé ya eran las siete de la mañana. No me sorprendía que mis hermanos aún estuviesen durmiendo, por eso siempre se les hacía tarde, y por eso a mi siempre se me hacía tarde, terminaba preparando el desayuno para todos, mamá siempre tomaba el turno de la noche y llegaba a casa al mediodía, lo pensaba como mi deber si ella no estaba...

No iba a preocuparme por ellos hoy, al menos no hoy, ¡deben aprender a valerse por sí mismos! 

—¿Qué hace vestido así?    

—¡Aiyaa!—¡No podía evitarlo, di un salto! ¡¡Casi moría de un susto!! Procuraba evitar esa expresión, pero me fue imposible, cuando supe que quien había hablado era Kiku sentí mucha vergüenza, ¿dónde estaba mi mente?—A-ah... eres tú...

Él sólo me miró con ese rostro inexpresivo que a veces me ponía tan nervioso, estaba en la sala con su laptop entre sus piernas, entrecruzadas, entonces recordé que no había respondido a su pregunta, y noté que él aún estaba en pijama.

 —Desperté algo temprano aru, pensé que podía salir antes...—murmuré. 

 —Ah.

Kiku tecleó algo en su computadora y no volvió a mirarme, pensé un poco en él y su presencia, había llegado aquí porque la compañía de su padre había quebrado y ellos apenas tenían para comer desde entonces, quizá se debía a eso su actitud tan distante. No importa, estaba seguro de que con el tiempo este sería su hogar. 

Pensé en dejar listo el desayuno, pero mientras miraba hacia la nevera recordé que siempre que lo hacía jamás se molestaban en calentarlo y esa comida terminaba en la basura, inconscientemente ya estaba frunciendo el ceño. No iba a molestarme, ¡ya lo había decidido! Un poco de cereal iba a bastar para mi.

Pero cuando lo iba a tomar vi la cortada en mi dedo.

La que me hice, ese día.

Acaricié por sobre la bandita, y suspiré, estaba plagado de malos recuerdos... Fue como si ese día se hubiese repetido en mi memoria, sin darme cuenta ya estaba pensando en eso de nuevo.