Dangerous.

Capitulo 17.

Morgan.- ¿que mierda haces aquí Grant?.- me senté rápidamente mientras me baja la blusa.- ¡Mierda! ¡Esto duele!.- apreté mis labios.

Steve.- ¡lenguaje!.- rodé los ojos.- ¿Porque cada vez que nos vemos debemos de gritar?.- frunció el ceño.

Morgan.- porque cada vez que nos vemos, alguno de nosotros dos está en una situación ...como yo en estos momentos.- me cruce de brazos.- ¿Podrías decirme que haces aquí, cariño?.- sonreí levemente.- ¿Es así como se dice, no?, escuche a un hombre y una mujer diciendo eso.- me encogí de hombros.

Steve.- si estás en una relación con esa persona o son cercanos, si les puedes decir así pero no a cualquiera le puedes decir "cariño".- miro lo que tenía puesto.- Me rendí, puedes quedarte con mi ropa.- apreté mis labios.- En fin, estoy aquí porque te desapareciste sin decir nada y como soy un buen hombre, vine para asegurarme que estuvieras bien.

Morgan.- sabes que estoy bien.- deje el brazalete en la mesa de noche que había a un lado de mi cama.- Se que confías en esas personas Steve, pero te daré un consejo que yo misma he aprendido estos últimos años, nunca confíes en las personas que nunca te han dicho algo personal...- mordí mi labio inferior.- Las personas que te han dicho algo personal...debes de confiar en ellas ya que te están confiando algo que no a muchos le dirían.

Steve.- confías en mí, ¿no es así?.- asentí levemente mientras él reía levemente.- No se si te haz dado cuenta, pero eres una mujer con problemas de ira.- ambos comenzamos a reír.- No lo vayas a negar, te enojas por todo y quieres golpear a la mayoría de las personas que conoces y las que se te cruzan por tu camino.

Morgan.- puedo decir que soy una mujer con problemas de confianza.- se sentó en el borde de la cama.- No confió en muchos Steve, debes de sentirte privilegiado porque tú eres una de esas pocas personas en que confió.- agacho su mirada mientras sonreía.- ¿Happy sabe que estas aquí?, sino se pondrá como un loco y te dirá que debes de seguir las reglas de seguridad que hay en la torre.

Steve.- si sabe que estoy aquí, pero después de todo...es la torre de los Vengadores, puedo venir cuando yo quiera.- alzó su mirada.- Pero hablando sobre entrar a la torre, ¿quién es el hombre que entra a la torre y a tu recámara sin permiso?.- se recargó de lado.- Sabes que no pararé de insistir hasta que me digas quién es ese hombre.

Morgan.- es el agente John Walker.- apretó su mandíbula.- No pienses mal Steve, Walker era el agente asignado para supervisarme...nunca entraba de la forma correcta a la torre y a mi habitación y eso me molestaba un poco porque en cualquier momento podía verme en una situación incómoda.- me encogí de hombros.- Walker tan solo se quedaba y veía un poco de televisión, hablábamos o tan sólo me preguntaba cómo me encontraba y se iba.

Steve.- nunca he confiado en el agente Walker, no lo niego, si es buen agente y todo pero para que Fury lo mandara a trabajar en las dos agencias...no creo que fuera tan Bueno como decían.- miro el botiquín de auxilio.- Dejó de darme confianza después de todo lo que sucedió contigo.

Morgan.- ¿te quedarás a dormir aquí o regresaras a tu departamento?.- sonrió.

Steve.- se que no me quieres aquí.- se puso de pie.- Me quedaré en la habitación de que está enseguida, mi departamento está demasiado vacío.- se encogió de hombros.- Sería bueno dormir tan sólo una vez en un lugar donde hay más de una persona.- abrió la puerta.- Buenas noches Morgan.
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Me encontraba en un lugar casi obscuro, lo único que habían eran paredes metálicas, unos cuantos hombres con el mismo traje y cargando sus armas, cerca de mi habían unos hombres con batas blancas sobre su ropa. Traté de caminar pero no podía, estaba encerrada en aquel tubo donde me congelaban por tiempo indeterminado. Uno de aquellos hombres con bata me vio y presionó un botón para que aquel tubo se elevará dejándome salir. Dos hombres uniformados se acercaron de mi y me tomaron de los brazos para ayudarme a caminar ya que estaba un poco débil. Me sentaron en una silla y luego se alejaron de mi, alcé un poco mi vista y mire a un hombre acercándose a mi lentamente. Cuando se acercó lo suficiente, vi su rostro...era Barnes. Este tan sólo colocó su mano metálica sobre mis mejillas para apretarlas un poco mientras movía mi rostro de un lado a otro observándolo. Soltó mis mejillas de golpe y se hizo a un lado para que alguien más pasara, un hombre con el mismo traje que los hombres que me sacaron de aquella máquina se acercó, este era diferente a los demás ya que tenía una boina roja en su cabeza. Este tan sólo sonrió levemente y le dijo algo a Barnes al oído para luego irse. Este tan sólo me tomó del brazo y comenzó a dirigirme a un tipo de celda para luego meternos y cerrarla. A los pocos segundos otros de traje militar entraron y nos sentaron en aquellas sillas que había en la celda para luego sujetarnos. Mire a Barnes y este tan sólo me miro atentamente, en sus ojos podía ver que no quería esto. Dos hombres de bata blanca entraron y encendieron las máquinas que habían a un lado de cada silla, lo único que sentí fue dolor.