La capturaron para entrenarla como a un soldado más, pero nunca se imaginaron que ella se convertiría en su mejor soldado. Nunca imaginaron que ella sería una de sus mejores armas. Desde el momento en que ella fue capturada, le enseñaron que S.H.I.E...
Steve me miro atento para saber que era lo que le quería decir, pero tan sólo negué con una sonrisa y entre a la casa. Mientras que él preparaba todo lo que íbamos a llevar, yo me cambié de ropa. Tomé las fotografías que había conseguido de él, tomé una fotografía donde él y Buck estaban sonriendo. Suspiré pesadamente y las guarde en el bolsillo del pantalón. Steve toco la puerta de nuestra habitación y entró, al verlo sonreí levemente y este tan sólo me devolvió el gesto y se quitó la playera de cuadros quedando sólo con la playera blanca que tenía abajo de esta.
Me puse de pie para ayudarlo a meter las cosas a la cajuela de la camioneta, al guardar todo ambos nos subimos para dirigirnos al lago. Para que no lo reconocieran en el camino, se puso sus lentes de sol favoritos. El camino era corto y ninguno de los dos habló, no era un silencio incómodo ni nada por el estilo, tal vez esperábamos hablar hasta llegar al bote. Estacione la camioneta y ambos nos volteamos a ver, Steve tomó mi mano para dame un corto beso sobre esta y bajar. Bajamos las pocas cosas que habíamos traído y caminamos hacia el pequeño muelle donde estaba el bote. Steve lo manejo hasta quedar en medio del lago para disfrutar del paisaje que nos rodeaba.
Steve.- ¿que es lo que me querías decir en casa?.- lo volteó a ver.- Te conozco desde hace mucho tiempo y se que querías decirme algo importante.- sonrió.- ¿De que querías hablar?.- lo mire atenta.- Soy tu esposo y tú mejor amigo, soy todo oídos.- rió levemente
Morgan.- ¿porque no quisiste nada en tu cumpleaños?.- no sabía como decírselo.
Steve.- porque ya tengo lo que siempre quise.- se encogió de hombros.- Por fin tengo un lugar estable, tengo a la mujer que amo, dos hermosos hijos...la familia que siempre soñé.- me volteó a ver.- ¿Que otra cosa podría pedir?.- sonrió.
Morgan.- Steve...son dos cosas de las que quiero hablar contigo.- frunció el ceño.- Creo que está es la primera cosa de la que quiero hablar.- reí levemente.- Las conseguí antes de ir con mi hermano, no preguntes como las conseguí porque creo que no te gustaría saber, pero no es nada malo.- mordí mi labio inferior.- Creo que debería de decir, felicidades por cumplir 99 años.- saque las fotografías de mi bolsillo.
Él miro las 4 fotografías que estaban en mi mano, las tomó con mi mano confundido. Miro cada una con detenimiento, todas esas fotografías eran de color blanco y negro, acorde la época en que fueron tomadas. Al ver la imagen de él con su madre, se quedó quieto. Sonrío levemente al verla, acomodó las fotografías para guardarlas en su bolsillo para que no se maltrataran.
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Steve.- ¿como las conseguiste?.- subió un poco sus lentes con el dedo.- Estás fotografías estaban perdidas cuando desperté después de 70 años, pregunté por ellas pero me dijeron que no habían encontrado nada entre mis cosas.
Morgan.- él señor de la tienda me dijo que él compraba todo lo que le vendían sus clientes.- mordí mi labio inferior.- Tus fotografías estaban como en un tipo de colección privada, yo que se.- me encogí de hombros.- Creí que era un buen regalo traerte esto, quería darte algo que te ayudará a recordar algo de tu pasado, antes de que te congelaras.- Pero tengo duda de una de esas fotografías, la de la señora rubia con un pequeño...¿ella es tú mamá?.
