Capitulo 52.

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Mire a la persona que me había llamado, sonreí ampliamente y deje los regalos en el suelo para ir a saludar. Los hijos de Barton corrieron hacia mis brazos mientras que su madre sonreír ampliamente al ver a sus hijos reaccionar de esa forma.

Morgan.- perdón por no haberlos en vuelto pero fue de último momento.- ellos estaban sorprendidos.- ¿Por que no van a fuera y los usan?.- miraron a sus padres esperando una respuesta.

Laura.- esta bien, pero volverán para la cena.- ellos asintieron y tomaron sus regalos.- No debías de haberles comprado nada, no hacia falta.- se acercó para saludarme.

Morgan.- por favor, deja que gaste mi dinero en los niños.- sonreí.- Fui a comprarle un regalo al pequeño Nathaniel pero quise regalarles algo a ellos dos.- me encogí de hombros.

Clint.- es una Stark, ¿que esperabas?.- miro divertido a su esposa.- Creo que alguien quiere conocer a su nueva tía.- en sus brazos tenía al pequeño.

Morgan.- vaya, es tan pequeño.- lo tomé entre mis brazos.- Hola mini Clint, gracias al cielo no te pareces a tu padre.- mire divertida a mi amigo.- ¿Crees que sea como tú cuando crezca?.

- ¿Crees que sea como tú cuando crezca?

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Clint.- no lo sé.- se encogió de hombros.- Pero eso es lo de menos ahora.- el pequeño abrió sus ojos.- Gracias por el regalo, no hacia falta.

Sam.- le dije que comprara otra cosa porque tal vez ya tendrían eso pero no me escucho.- se encogió de hombros.

Clint.- ¿ahora eres su guardaespaldas?.- Sam negó mientras reía.

Sam.- Rogers se fue a una misión y Morgan me pidió que la acompañara...aparte si algo malo le sucede en el camino, es probable que Rogers nos mate a todos.

Laura.- quédense a dormir, hay un cuarto libre y uno se queda en la sala.- le entregue a su hijo.- Para que no se regresen tan tarde a la base.

Morgan.- me encantaría pero lamentablemente mañana me reuniré con mi hermano.- apreté mis labios.
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Habíamos pasado varias horas en la casa de Clint, todos ellos eran realmente agradables. Esta vez era el turno de Sam de manejar de vuelta a la base, no era un largo recorrido pero era justo que descansara. Ambos hablábamos de tonterías pero lo que él no paraba de decir era sobre cómo disfrutó la cena. Sabía que de los pocos días que ha estado viviendo en la base, ya estaba harto de comer en ahí. No lo culpo del todo, apenas se está acostumbrado a todo esto. Ya estaba anocheciendo, por estos días anochecía un poco temprano por lo que debíamos de prender las luces del auto y tener cuidado. La carretera estaba completamente sola, tan sólo pasaba como uno o dos autos cada 15 o 20 minutos, lo cual era raro pero tal vez no querían manejar a estas horas.

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