Power Rangers Súper Guardianes Naturales (Nature Super Guardians)

Apariencias Engañan

Era otro día en la escuela de Nueva Esperanza y nuestros jóvenes héroes salían de una de sus clases...

—Amigos, esa clase estaba muy aburrida. — Comentó Xandro.

—Xandro, para ti todas las clases son aburridas. — Afirmó Alan.

—Si, pero esta era súper aburrida. — Agregó el azul.

—Digo lo mismo. — Agregó Kenny. — El profesor no sabe cómo hacerlo más interesante!

Derrepente, nuestros héroes ven a un grupo de alumnos amontonados. Algo estaba sucediendo por los pasillos...

—Miren, aya pasa algo. — Señaló Kenny.

—¡Vallamos a ver! — Exclamó Alan. Enseguida, los tres se acercaron a ver.

Cuando se acercaron a ver, podía verse a un grupo de estudiantes haciendo una ronda presenciando algo. Unas chicas tenían contra la pared a Douglas, el bravucón...

—¡Douglas, que sorpresa! — Exclamó Xandro.

—Creí que yo y Kenny le habíamos dado una lección. — Dijo Alan.

—¿Que habrá hecho esta vez? — Preguntó Kenny.

Nuestros tres amigos prefirieron quedarse mirando de lejos en lugar de acercarse y hacerla de espectadores para evitar involucrarse...

—Yo sé que tú lo tienes. — Acusó la chica al bravucón. — ¡Entregamelo!

—Ya te lo dije Marlene, yo no lo tengo. — Dijo el bravucón para defenderse.

—No te creo ni una palabra. Tu lo tienes, así que dámelo.

—Ya oíste a mi amiga, daselo. — Dijo una seguidora de Marlene.

—Si, a menos que quieras problemas. — Añadió otra seguidora.

—Tienen que creerme, yo no lo tengo. — Dijo Douglas presionado por las acusaciones.

—Todos aquí te conocemos, eres un chico vulgar abusivo y bueno para nada.

—¿Y sólo por eso crees que yo tengo tu teléfono? — Preguntó presionado. — ¿Acaso me viste tomarlo?

—¿Quien más pudo robarlo si no fuiste tú? — Preguntó acusadora Marlene.

Devuelta con Alan, Xandro y Kenny...

—Esas chicas están mal. — Comentó Alan.

—¿Que hablas? Lo tienen contra las cuerdas. — Dijo Xandro.

—Amigo, es Douglas, nos ha molestado desde... Bueno, ya no nos molesta desde aquella vez. — Dijo Kenny.

—Aún así, no es razón para acusarlo sin evidencias. — Dijo Alan.

—Por última vez, o me devuelves mi teléfono, o...!

En ese momento, llegó Mary a la escena...

—¡Oye Marlene!

—Ahora no Mary, le estoy dando una lección a este tonto. — Dijo Marlene.

—Iba a decirte que olvidaste tu teléfono en el baño. — Dijo Mary, con el teléfono en su mano.

Todos quedaron mirando lo que estaba pasando y murmurando entre ellos...

—Eh... Este...! — Decían avergonzadas Marlene y su séquito. Enseguida, Marlene toma lentamente su celular.

—¿Ahora lo ven? ¡Soy inocente! — Exclamó Douglas.

—¡Vamonos de aquí chicas! — Exclamó avergonzada Marlene, quien huye con su séquito.