Contrarios.

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~ ¡Castigue al mal en el nombre de la justicia! ¡No hay razón para condenarme! ~

Era demasiado aterrador a mi parecer, sentía escalofríos de tan solo...verlo en ese estado.

Hinata estaba conectado a varios cables, había un casco en su cabeza que le tapaba los ojos y que estaba adherido a tres Pods, su piel había pasado a un tono fantasmagórico y eso me provoca malos recuerdos.

—Souda, no es que dude de tus habilidades pero... ¿Esto es seguro? —le pregunto al mecánico mientras veía algunos planos y arreglaba algunas cosas para la programación.

—Pfff, viejo ¡relájate! Tengo todo esto bajo control, no por algo soy 'El mecánico definitivo de preparatoria'—dijo el de cabellos rosas bastante orgulloso de su título.

Rodé el ojo ante sus palabras, el talento ya no era nada en un mundo rebosante de desesperación, solo ocasionaba peleas por ese poder unilateral que nos había llevado a esto.

Estuve ayudando al mecánico en esto desde hace ya varias horas, Komaeda y Mikan estaban en el hospital preparando las cosas necesarias y Sonia y Akane buscaban algunos libros en la biblioteca para ayudarnos un poco más en esto. Siendo sinceros, parecíamos idiotas en esto. Souda solo giraba algunas tuercas mientras murmuraba estupideces y yo lo veía mientras le pasaba las herramientas.

Suspire pesadamente y deje mi mejilla reposar en mi mano, ambos estábamos sentados en el piso frente al centro del Neo World Program, seguía teniéndole pavor a esta sala. Nuestros compañeros, nuestras memorias, nuestros recuerdos, sus vidas dependen de una jodida máquina y simplemente estoy hastiado de todo esto, ya es demasiado.

— ¡Chicos! ¿Qué hacen flojeando? —una estrepitosa gimnasta entraba a la habitación seguida de la princesa. La morena cargaba algunos planos y libros mientras que la rubia traía algo en una cesta, posiblemente comida.

—Para tu información...—dije mirando hacia arriba, jodida gente alta. — tratamos de averiguar cómo funciona este cachivache pero 'El mecánico definitivo de preparatoria' esta mas perdido que abuela en discoteca.

— ¡Por lo menos mi talento sirve de algo! —contraataco señalándome con un destornillador

Nos miramos desafiantes y luego empezamos a gritarnos insultos, Sonia se apretaba el puente de la nariz y Akane movía sus puños hacia arriba y abajo diciendo: "¡Pelea, pelea, pelea!"

— ¡Por el nombre de la justicia, deténganse! —grita la princesa, todo resuena en las paredes pero cuando todos logramos callarnos solo se escucha el sonido de las máquinas y Pods. Es escalofriante, frio, sin alma, sin vida, sin...esperanza. —Traje Mochis* y algo de té...creo que podríamos hablar, como compañeros normales...

La morena, el mecánico y yo nos miramos entre sí, sabíamos que todos aquí en la isla pasábamos por malos momentos Y Sonia no quería estar en todo esto.

Nadie quiere estar en todo esto.

Todos asentimos y nos fuimos a otra esquina del lugar, nos sentíamos mal por dejar a Hinata solo pero tenemos que hacerlo. Él se está sacrificando por todos nosotros para enmendar todo este embrollo de desesperación.

Se sentía la tensión en el aire, era incomodo escuchar cuando uno de nosotros sorbía él té, además de que Akane comía normalmente y de a pequeños bocados...de acuerdo, eso era descomunal.

Mire a la princesa con mi único ojo sano, se notaba perdida, lastimada...mal.

Dolida.

En un mundo sumergido en desesperación, ¿Se puede seguir brillando?

Formas de Recordar a Peko Pekoyama. [KuzuPeko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora