Sueños.

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 ~Hmph, ya he olvidado quien soy... ¡Eso solo demuestra mi determinación! ¡Mi determinación de proteger lo que es más importante!~

Me fijo en los pétalos de esa rosa. Me sigue pareciendo increíble que aun haya rastro de viva vegetación; trato de agárrala y verla un poco más de cerca pero otra mano me da una palmada evitando que cumpla esa acción. Es Sonia. —Nuh-Uh Fuyuhiko, sé que su belleza es encantadora, pero tienen espinas y además las tenemos que mantener en agua.

— ¿Dónde las conseguiste? —Pregunte.

—Kazuichi estaba paseando por los alrededores de la isla cuando las encontró cerca de una cueva, las cogió con todo y raíz. Pensó que a lo mejor podríamos darles un mejor cuidado. —Respondió.

—Si hubiera traído pescado mi estómago se lo agradecería. —Comento la gimnasta sobándose el estómago claramente hambrienta.

Rodé el ojo ante la glotonería de Akane pero seguidamente me fije en el ramo de flores que la princesa colocaba en una maceta para luego regarles agua.

Las observe detenidamente, algunas no florecían aun pero sé que Sonia les dará un buen cuidado. Tsumiki entro.

— ¡B-Buenos dia-¡Eeeek! — Y como era de esperarse, se cayó en sus típicas poses "provocativas", me tape el ojo rápidamente mientras oía los tacones de la rubia resonar contra el suelo ayudando a la enfermera a levantarse.

—Mikan, no has cambiado nada...—Dijo la morena entre mordidas, al parecer comiendo bruscamente un sándwich.

— ¡P-p-p-perdóname Owari-San! —Suplico la enfermera entre lágrimas.

Repose mi cabeza contra la mesa riendo un poco, nada ha cambiado y Hajime está haciendo un gran trabajo en restaurarnos.

— Fuyuhiko, no deseo molestarte. Pero realmente necesito que vayas a la primera isla, en el granero puede que haya instrumentos de jardinería para tener un mejor cuidado sobre las flores y la vegetación. —Pidió la rubia amablemente, solo asentí y me retire del lugar.

Es tedioso tener que hacer este tipo de cosas, pero no podía quejarme. Si voy a cuidar de ella empezarían a argumentar por ello y me dirían —más bien, me obligarían— a mantenerme ocupado con otras cosas.

¿Pueden culparme? Si. Pero lo aceptare solo por Peko.

Me encamino a la isla central visualizando las construcciones, no habíamos entrado en la mayoría debido al mantenimiento y prioridad que le tenemos al Neo World Program y el hospital. A veces siento de que esto es una pesadilla, algo análogo que pronto acabara. Pero en lo más profundo de mí ser, sé que no es así.

Llego a la granja, quedan pocos animales pero podemos reproducirlos con rapidez —aunque cierta princesa prefiere dejarle el trabajo al cuidador. — me acerco a la alquería pero algo me detiene el paso. Es una mano; es Hinata.

—Sé que vienes por instrumentos de jardinería pero ayúdame a escoger algunas hojas de te

—Posees todos los talentos, ¿Y quieres ayuda con hojas de te?

—Es divertido si haces las cosas con alguien, no lo hace aburrido.

Con alguien...

—De acuerdo.

Nos alejamos un poco de la alquería, cogimos algunas plantas de jazmín, Jamaica y hierva buena, me fije en Hinata vagamente, es alguien que conozco muy poco, solo sé que alguna vez fue un experimento de la academia y que era un remanente, uno de los más fuertes me atrevería a decir. — A pesar de que te conozco desde hace poco, lo sé todo sobre ti, pero te considero un leal amigo. —El castaño me sonrió mirándome al único ojo que tenía sano. —Anda, ve a conseguir las cosas que te pidió Sonia. Yo te espero aquí.

Formas de Recordar a Peko Pekoyama. [KuzuPeko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora