Something Else

1: "Get out the Hound"

{Emily}

Mi vida parecía una telenovela de las que ve o veía mi madre cuando yo estaba pequeña, de esas que no tienes idea por qué grabaron en primer lugar por tan malos actores y de lo malas e insípidas que son... Sí, mi vida es taaaan insípida. Dios mío, ¿Cómo fue que terminé de ésta manera? ¿Cómo es que a mi veintitrés años disfruto tanto estar sola en mi habitación estudiando y en completo silencio? Pensé que eso me pasaría a los cuarenta, luego de haber tenido unos agitados veinte, con mucho sexo y alcohol, luego unos treinta medio agitados con un sensual esposo e hijos... ¿Pero a los veintitrés? Diablos.

En la telenovela que era mi vida no habían tantos personajes, yo como la principal, mi mejor amiga supongo que como la segunda protagonista, y mi madre y hermano como secundarios, y ya. Luego, mi universidad y apartamento como únicos escenarios, y sin necesidad de censura porque el último novio que tuve a penas y me tocó los pechos por encima de la camisa antes de dejarme por la actual miss USA ¿Interesante uh?

Por esas cosas es que catálogo mi vida como telenovela, porque a pesar de ser monótona e insípida, los acontecimientos pueden llegar a entretener y hacer que la sigas viendo o que yo la siga viviendo, creo.

Aunque seguramente en éste momento todos cambiarían de canal ya que solo estoy leyendo un libro de anatomía que casi me sé de memoria, casi, porque si lo hiciera estaría completamente feliz. Es la cuarta vez que lo repaso y me siento feliz de la insípidez de mi vida al terminarlo nuevamente, porque puede ser todo lo aburrida que sea, pero algún día seré una excelente y reconocida cirujana con un apartamento en Nueva York, otro en California (no aquí, San) y uno para vacaciones familiares en Florida. Quizá también obtenga uno aquí en San Francisco para venir a recordar cuando mi vida era asi de esta manera, ¿quién sabe? Recordaría este momento con una copa de champán en mano y un perfecto esposo masajeando mis pies.

-¡¿Estás sorda, Emilia?!-preguntó Lily en español asustando la mierda fuera de mi al asomarse por mi puerta de la nada y gritando. Se dió cuenta que no la escuché ni siquiera venir y suspiró adentrándose dejándome ver que estaba vestida con unos jeans ajustados corte alto, blusa transparente con un bralette abajo y bonitos tennis, ah, es que son míos-Ni siquiera te has cambiado-susurra mirándome sorprendida, como si no pudiera creer ese hecho y solo se lo estuviera diciendo a ella misma.

Casi, pero casi rodeé los ojos para preguntarle a donde iba cuando recordé que se suponía que iría con ella, ¡Mierda!

-¡Ugh, Lily! lo olvidé por completo, lo siento mucho-me quejé enderezando mi espalda, que quizá contaría con joroba a mis treinta y dejé mis anteojos sobre el libro de anatomía en la mesa frente a mi-Pero no importa, ve sin mí, no tienes que atrasarte por mi cul...

-Mueve tu estúpido y gigante trasero a la ducha, Emily, yo escogeré tu ropa y saldremos en exactamente veinte minutos. Así que sera mejor que te apures o rompo ese estúpido libro que ya no necesitas leer, ¡Deberías estudiar la anatomía masculina con tus propias manos, mujer!

Su parloteo me mareo, literalmente. Me levantó de golpe empujándome fuera de la habitación hasta el baño donde no me quedó de otra que aceptar que tenía razón. Mi aburrida telenovela se lo agradecía. Hay que subir el raiting ¿Uh? Y las ganas de socializar. Porque sí, amo mi carrera y blah, pero me consume cada segundo de mi vida, me la chupa como si fuera un virus de... No, no usaré términos médicos.

Uh, desde mas o menos dos meses Lily ha estado intentando que vaya con ella a unos de esos locos concursos de carreras de motocicletas a los que ella asiste, esos que compiten en barro y seguramente es peligroso estar de público porque si sucede un accidente una motocicleta puede caerte encima... No soy aburrida o paranoica, bueno quizá sí, pero he leído sobre tantos casos de accidentes por motos, es fascinantemente aterrador. Fascinante por las maravillas que logran los medicos, por supuesto.