16: "Emotionally exhausted"

829 68 20
                                    

{Emily Phoenix}

—¿Cumplí con eso de ser diversión asegurada nuevamente o debo esforzarme más?

Sonreí entretenida, no había dejado pasar ese comentario que le hice a través del teléfono y ya lo había sacado a relucir unas tres veces ya.

Ajusté el cinturón de seguridad—Podrías esforzarte más—bromee.

—Demonios, eres exigente—resopló y luego río haciendo obvio que me seguía el juego.

Habíamos estado muchísimo más relajados desde que llegamos al parque nuevamente. Elliot nos dijo que cuando queramos volver solo teníamos que llamar, y después nos dirigimos al auto de Justin, donde nos encontramos. En todo ese viaje en el autobús después de pasar aquélla jodida vergüenza, Justin se encargó de desviar todo esa atención a otros temas para nada serios.

Éramos nosotros mismos otra vez, sin silencios incómodos ni nada de ello.

—En serio la pasé bien—digo con una sonrisa grande en mi rostro sin poder evitarlo. Cuando estuvimos en el riachuelo fue definitivamente mi parte favorita -ignorando esos segundos que me hacían vacilar por la casi estupidez que cometí- porque solo conversábamos y nos sentíamos tan a gusto haciendo solamente eso.

Justin asintió encendiendo el auto y estiró un brazo llevándolo a mi cabello para despeinarlo, no hacía ni cinco minutos que lo había soltado—Lo sé, yo también—admite y sonríe de lado flojo ahora con su mano en la palanca de cambios.

Salió del estacionamiento del lugar y me relajé contra el asiento mirando hacia afuera por la ventana, el sol ya estaba bajó y los colores que se veían en las nubes eran los típicos colores entre rosa y naranja del atardecer. Cuando el auto dobló entrando ya en la autopista y sentí el aire comenzando a chocar contra mis rostro sonreí inconscientemente. Me gustaba tener buenos días, sonreír y reír un montón, me entro un sentimiento de agradecimiento y quería dejárselo saber a Justin.

—Gracias, J.

Él volteó a mi con sus cejas elevadas tomado con la guardia baja—¿Por qué?—rió y regreso su vista al camino.

—Por ser diversión asegurada.

—Oh—vi claramente como mordió el interior de su mejilla sosteniendo una sonrisa que no dejó salir y solo se rió entre dientes—Okey, de nada, supongo.

Me gustó que no se esperaba mi gratitud e instintivamente lleve mi mano a su cabello quitando algunos mechones de su frente, después dejé descansando la palma ahí, con mis dedos entrelazados a hebras de su pelo, solo tocándolo sin moverme. Creo que desde que lo conocí había querido tocarlo, y debo decir que se siente exactamente como se ve, muy suave.

  Recordé cuando estuvimos en la pista de motocross y todo ese sentimiento en mi estómago y pecho, que no me dejaba estar tranquila ni callada... la adrenalina. Cuando me prometió llevarme a saltar en paracaídas, pensé que ese sentimiento seguro duraría por horas en esa ocasión, y cuando hoy saltamos de unos cien metros de alturas o hasta más, lo cual fue mucho más extremo que el motrocross, todo ese sentimiento al caer (que creí sería muchísimo mas extreno y por un momento lo sentí así) se convirtió prácticamente en nada con lo que después sentí cuando mis labios chocaron con su mejilla y una chica nos ayudó a bajar de las cuerdas.

Fue uno de los momentos más vergonzosos de mí vida, pero al mismo tiempo sentí muchísima mas adrenalina, como ahora. Como si mi corazón quería salirse de mi pecho por mi boca y como si me hubiera tragado algo que hacía mi estomago estremecerse, un sentimiento que subía y bajaba por todo mi pecho...

Something ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora