11: "The bartender"

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{Emily Phoenix}

Me crucé de brazos desconectandome del berrinche que hacía mi hermano en medio de la calle justo donde había estado estacionado el auto de Justin. No me cabía en la cabeza que se hubiera tomado tanto atrevimiento en menos de media hora, o sea, primero todo eso con mi padre y luego soltandole la información a Estevan... Definitivamente quería ir a buscarlo para darle un par de zapes en su nuca.

—... Entonces podré ir y pasar el maldito tiempo que me de la gana con papá.

Terminó de hablar y me le quede mirando con mi misma expresión de pocos amigos. Mi hermano es muy crédulo, aunque creo que ya dije eso anteriormente. Es un chico de casi 18 años, pero su mentalidad es de uno de 15 o hasta menos, y su apariencia lo hace parecer un chico duro pero en realidad es lo más adorable. Y por eso precisamente quiero seguir cuidándolo. Quizá lo subestime, o quizá exagero, pero no puedo parar de ser la hermana sobreprotectora que soy.

Suspiré sacudiendo mi cabeza e intentando no pagar el enojo que causaron mi señor padre y Justin con mi hermano—Ve con mamá, ¿Sí? Y yo... No sería lo mejor comenzar a acercarse a papá cuando su familia está metida en la ecuación, ¿No crees?

—La verdad es que no me importa, ¿y quien sabe? a lo mejor son buenas personas—dice tratando de convencerme.

¡Por ellas nos abandonó!

Quiero gritarle eso, pero soy una persona adulta y aunque no me guste lo que voy a admitir, Justin tenía razón con eso de que no debería introducirle todo mi rencor a él. Porque obviamente tenía mucho rencor en mi, y tenía mis razones muy en claro.

—Solo ve con mamá, Estev—le pedí bajando la cabeza y soltando un suspiro de nuevo. Éste finalmente me escuchó y me dejó sola en la acera, no se fue sin soltar un gruñido digno de un adolescente en medio de una rabieta y solo rodee mis ojos en respuesta—Espero tener la razón con esto, hermanito.





Esa noche llegué a casa hiper mega cansada, temprano tuve que pagar un taxi hasta aquí para buscar mis cosas de la universidad y luego se me ocurrió la brillante idea de irme en bus para ahorrar dinero, pero terminé llegando super tarde y perdí la primera clase ya que el profesor es muy estricto con el horario.

—David pasó por aquí hace como quince minutos atrás.

Ese fue el saludo de Lily que se encontraba viendo televisión en la sala. Fui hasta allá dejándome caer a su lado y recosté mi cabeza en su hombro llamando su atención.

—Estoy casi muerta.

Rió bajito—¿Casi quemas tu cerebro en clases o qué?

—Ojalá—bufé—Temprano cogí un bus, y para venir tomé un taxi y el señor como que pensó que estábamos en nueva York y me cobró el doble de lo que normalmente cobran.

—¿Por qué?

—El taxímetro no servía, o no era un taxi oficial, que se yo—ondee la mano restándole importancia—Eso no fue lo peor—continuo y empiezo a relatarle todo lo ocurrido esa tarde, con Justin, mi padre y Estevan.

Duramos cuchicheando por un largisimo rato que hasta nos asustamos cuando el timbre de entrada suena.

Me levanto del sofá antes que Lily lo haga y arrastro mis pies descalzos hasta la entrada, abrí la puerta de par en par pensando que sería... No sé, cualquier persona menos la que aparece frente a mis ojos.

—Antes de que me cierres la puerta en la cara—habló con rapidez y levanté una ceja recargando mi mano del marco de la puerta, esperé pacientemente a lo que diría, pero obviamente si quería cerrarle la puerta en sus narices solo que me contuve—Estuve pensando en lo de ésta tarde y... Sí, me sobrepase.

Something ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora