Something Else

22: "Much deeper than that"

{Emily Phoenix}

Así como se cerraron de fácil mis ojos, los volví a abrir porque meneaban uno de mis hombros y comencé a lanzar manotazos para que dejaran de hacerlo. ¿Acaso no me dejarían dormir hoy o qué?

—Ugh, detente—me reprende una voz gruesa y levanto mis párpados para ver a Justin ahora jalando mi brazo, ahí es cuando regreso en sí notando que estaba contra la pared aún, yo creí haberme levantado para ir a la cama, vaya vaya...

Comienzo a pararme siendo "ayudada" por el rubio, es realmente una tarea difícil para ambos tener la fuerza y el equilibrio para pararme, tanto así que termino mejor gateando hasta el colchón y ahí es que Justin termina de levantarme por debajo de mis brazos. Yo agarro sus manos para que él no termine cayendo y obviamente me río por lo estúpido que somos, es gracioso. Él también ríe pero después para y me pregunta qué es tan gracioso.

—No lo sé, solo nosotros—me encogí.

Se rascó su cabeza y miró el colchón—Seh, em, acuéstate ahí de una vez, yo también lo haré porque acabo de caerme del sofá y no fue lindo—dice llevando su mano izquierda a su hombro derecho masajeandolo—Y no te rías.

Tapo mi boca antes que salga una risita, pero igual él la escucha, rueda sus ojos pasando de mi y se tira en su cama contra su costado no lastimado. Yo, aunque no estoy nuy segura que eso sea una buena idea, solo voy y lo imito recostándome también contra mi costado de frente a él, al fin y al cabo solo dormiremos, no es la gran cosa, además estamos como a un metro de distancia.

Dejé mis lentes en el buró al lado de la cama y junte las palmas de mis manos poniéndolas bajo mi mejilla, observé a Justin parpadear en mi dirección con la rapidez de un oso perezoso y sonreí divertida. Su rostro estaba un poco hinchado, tal vez habían pasado un par de horas desde que nos dormimos, no tengo idea, el sol entraba por la ventana debajo de las cortinas y alumbraba ya lo suficiente para ver claramente sus facciones.

Crucé mis talones encogiendo mis piernas y él bajó la vista a éstas por un segundo antes de regresar a mi cara—Duermete, Joven Bieber—le dije y cerré mis ojos que pedían a gritos descanso. Estaba ya casi inconsciente cuando la cama se hundió más cerca de mi y abrí mis párpados—¿Qué haces?

Él se había acercado más a mi cuerpo y di un respingo al momento que su mano se acercó a mi cara y tocó con la yema de su índice y dedo medio mi labio inferior. En serio, ¿Qué estaba haciendo? No lo volví a preguntar porque sus dedos aún estaba ahí, y si abría mi boca para hablar sería raro con ellos en medio.

Justin no flaqueó su mirada en mí ni un momento mientras acomodó su otra mano y se levantó con ayuda de su codo. Estábamos tan solo a unos treinta centímetros de distancia, por lo que cuando la mitad de su cuerpo se elevo, sentí que todo el aire se escapó de mis pulmones ya que parecía que acabaría encima de mi.

Por instinto saqué mis manos de debajo de mis mejillas y la derecha acabó rodeando la muñeca de la mano que ahora cortoneaba con el pulgar el borde mi boca. Estaba lo suficientemente cerca como para poder observar como sus ojos seguían el camino de sus dedos, y como su boca estaba entreabierta soltando pequeñas exhalaciones.

—Justin...—susurré con la garganta seca y mis ojos pesados, a pesar de todo seguía sintiéndome cansada por el largo día. Creí que al decir su nombre sonaría como una advertencia, pero más bien sono como si lo hubiera solo llamado a mí.

Su codo bajo de él se movió mas hacia atrás y su rostro se fue acercando más a mí. Tragué  la saliva que se amontonó en mi garganta, mi mirada viajó de sus labios a sus ojos, y en ese mismo momento él hizo lo mismo, viéndome directamente acortó por completo toda la distancia que nos separaba y presionó su nariz a un lado de la mía rozando nuestras bocas. Un completo escalofríos me recorrió y sentí en el dorso de mi mano izquierda entre nosotros (qué él estaba ahora aplastando con su pecho) como él también contrajo su abdomen y se estremeció.