3: "Double date"

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{Emily Phoenix}




A veces me pregunto cuál ha sido mi mayor tiempo sin dormir ni hacer otra cosa mas que leer, pero estoy segura que si lo supiera me preocuparía por mi misma. Sé lo que un ser humano debe y no debe hacer para estar sano, y es irónico que para convertirte en una persona que salve vidas, debas casi que poner en riesgo la tuya. Pero, debo admitir que me encanta, las personas en mi entorno deben estar jodidamente cansadas de que diga cuánto amo mi carrera y lo feliz que estoy estudiándola. Pero es que lo hago, a pesar de ya casi tener canas verdes, del llanto de vez en cuando y toda la presión, me encanta.

Como ya mis ojos pedían descanso decidí otorgarselos y guarde todos mis cuadernos y libros en mi mochila. Salí de la habitación por algo de comer, me preparé un sándwich de jamón y queso, oh y también lechuga porque decir lechuga suena como algo sano y definitivamente hay que comerla. Eran uno de esos días usuales en mi típica vida/rutina aburrida de siempre. Terminé de hacer mi sándwich y solté un pequeño gemido luego del primer mordisco y ahí supe que duré demasiado tiempo encerrada en mi habitación sin comer nada. Estaba jodidamente hambrienta.

—¡EMILY!

Era completamente extraño escuchar a Lily llamarme por mi nombre, y más si lo gritaba.

—¡Estoy aquí!—respondí en el mismo tono exagerado aún cuando la puerta estaba a solo un par de metros y mi boca estaba llena.

Lily apareció por la puerta mojada de pies a cabeza y sacándose la ropa quedando en ropa interior rápidamente.  Ni note que había estado lloviendo. Arrugo la cara un poco apenada porque se haya mojado así pero ella no tiene signos de tener una mala historia por soltar así que no digo nada mientras vi como se quitaba todo.

—Tengo excelentes noticias—dice corriendo hasta su habitación. Di otro mordisco a mi sandwich y me quedé esperando sin dejar de degustar mi excelente creación, ella regresó dos minutos después envuelta en una bata de baño y una toalla alrededor de su cabeza—Conocí a éste chico, se llama Garret, es raro, pero malditamente lindo en el sentido de que es tierno y también en lo físico, y resulta que su amigo también lo es, ambas cosas ¡y cuando digo amigo no me refiero a su pene!—aclara con rapidez y me río ya que ni siquiera lo había pensando de esa manera—Ambos están solteros así que pensé... Dos más dos...

—Tres. Ni lo pienses—negué con la boca llena otra vez, estaba muy feliz llenando mi estómago con comida luego de haber explotado mi cerebro como para que ella viniera con ideas locas.

Lily rápidamente se indignó—Nunca te he preparado alguna cita a ciegas, Emilia—expresó—Acepta ésta, por favor, te juro que son chicos decentes, si no fuera así no te metiera en ello, sabes bien eso ¿Verdad?

Debo admitir que en eso tenía razón. Aunque era promiscua, nunca me incluía en sus planes de promiscuidad, y si lo hizo ésta vez supongo que fue porque vio algo en el chico que podría gustarme... Ugh, ¿En serio lo estoy considerando?

—¿A dónde iríamos?—le pregunté vacilante y le di otro mordisco al pan perdiendo tantito el interés en el.

Sus ojos brillan emocionados y da saltitos sonriendo de oreja a oreja—Es un bar no muy lejos de aquí, tienen un restaurante y mesa de pool, he estado ahí y el ambiente es tranquilo y relajado, nada exagerado o exótico ¡Es perfecto para cita!

Suspiré y analicé las posibilidades por un momento largo, pero con Lily mirándome expectante no logre pensar demasiado, no más allá de ¿Y si es un chico terrible, como me escapo?—Bueno... Está bien, pero si el tipo resulta ser un imbécil me iré de ahí rápidamente y me ayudarás.

Something ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora