Near y Tu [One-Short's]

13.- Mihael Keel [Especial]

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Titulo: Una Mexicana en Japón

Personaje: Mello

Advertencia: Lenguaje

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—¡Ok pendejas! —Gritó la (c/c) mientras miraba su teléfono con el ceño fruncido— ¡Dejen de pelear por puras estupideces que ya me tienen hasta aquí! —La muchacha señala su frente mientras seguía caminando.

Hace unos minutos atrás había recibido una llamada de parte de sus amigas, todo estaba bien... Pero comenzaron a discutir por algo en particular, por lo que la pequeña caminata tranquilizadora por la que había salido al principio se detuvo.

—¡No es mi culpa que esta wey haya perdido los malditos boletos! —Respondió una chica rellenita de cabello color negro con el ceño fruncido, señalando a la muchacha que estaba a su lado.

—¡No los perdí, me los robaron idiota, ya entiende! —Gritó de vuelta una chica delgada de cabello color castaño con el ceño fruncido.

La (c/c) rodó los ojos al escuchar los gritos que aturdían sus oídos. Antes de eso había chocado con el hombro de una persona mayor, por lo que  tuvo que detenerse para seguir prestando atención a la pelea.

—¡A mi me vale-! —Cerró los ojos y trato de calmar su respiración— A mi me vale quien los perdió, ok —Dijo con fingida calma la muchacha mientras se apoyaba en un carro blanco frente a una dulceria— Pueden ver a esos chinos en otros conciertos

—¡No son chinos, son coreanos y se llaman BTS! —Gritaron las dos al mismo tiempo. Miradas llenas de reproche le llegaron a carcomer el alma, los gritos de esas dos eran tan fuertes que llamaban la atención de los demás, pero no tenía audífonos para evitar aquello.

—¡A mi me vale 5 hectáreas de pinche chorizo! —Gritó perdiendo la falsa calma que había logrado reunir, logrando captar la atención de 5 chicos dentro de una limusina al lado de donde estaba apoyada— Quería estar sola un rato pero me tienen que llamar para puras babosadas —Siguió elevando la voz.

—¡A mi me respetas wey! —Respondió la pelinegra con el ceño fruncido, acercando más su rostro a la cámara del celular.

—¿Cómo quieres que te respete si ustedes son las que me sacan de quicio? —Pronunció con los dientes y ojos apretados.

—¡Pos' ora' te aguantas wey!, no es mi culpa que seas tan delicada —Respondió la pelicastaña señalándola.

—¡Tú vete a la verga, no me importas! —Volvió a estallar la (c/c) ocasionando otro par de miradas reprochantes que ella devolvió con un gruñido, asustando un poco a los que pasaban por su lado.

—Conste pinche mocosa, cuando lleguemos todas a México nos arreglaremos —Fue lo último que mencionó la de cabello castaño antes de irse del campo de vista de la (c/c).

—Aja —Le restó importancia— Cómo si te tuviera tanto miedo...

—Ni digas nada por qué cuando estemos todas en el aeropuerto vas a empezar a correr por tu vida —Respondió la de cabellos negros con burla, ganándose un resoplido de parte de su amiga— Yo tengo que arreglar el problema del maldito boleto, tendré que romperme los ovarios para conseguir otro... Chingada madre —Murmuró lo último con el ceño fruncido.

—Pues ni modo, te deseo suerte —Contestó la muchacha encogiéndose de hombros

—Ya me tengo que ir wey, si sobrevivo otro día más con esta loca te llamó —La pelinegra suelta una risa disimulada pues no quería que la otra chica que estaba junto a ella la escuchará llamarle loca.

—¡Ja! —La (c/c) se carcajea— Si la Betzi ve a los de BTS sin duda se los va a violar —No era su imaginación, era una verdad.

—No sera la única —Pronunció la pelinegra con una sonrisa ladina y los ojos entrecerrados.

—¡No manches Perla, que pinche cochina eres! —Gritó la (c/c) con los ojos cerrados con fuerza, pues se había imaginado aquello que la amiga llamada Perla dijo.

—¡¡Ja!! —Se carcajeo la pelinegra tirando la cabeza hacia atrás— Como sea, ya me tengo que ir wey

—Mmm —Murmuró ladeando la cabeza— Adiós piruja —Contestó la muchacha con una sonrisa burlona.

—¡¿Cómo me- —La (c/c) cuelga.

—Bien, ora' pa' donde vamos —Murmuró la chica guardando el teléfono en el bolsillo de su pantalón mientras volteaba a ver de derecha a izquierda tratando de reconocer el camino—... No manches... —Sus párpados se abrieron a más no poder al darse cuánta de un pequeño inconveniente— ¡¡Donde chingaos toy'!! —Se dijo a si misma comenzando a caminar.

[...]

—... Esa chica es rara —Murmuró un muchacho peliblanco con seriedad.

—Ea mexicana —Dijo Lawliet con indiferencia en su rostro— Es una lengua curiosa... Tal vez estudie su léxico para poder viajar a su país

—No es mi tipo —Comentó Matt con una mueca sin quitar la vista de su consola.

—Tsk —Rodó los ojos aquel pelirubio llamado Mello, quien comía una barra de chocolate sin mucho interés.

El silencio se volvió a hacer presente al ver como la muchacha extranjera se alejaba lentamente.

—Perdón por la tardanza chicos —Dijo Watari, un hombre mayor con traje elegante mientras habría la puerta de la limusina y estregaba la bolsa llena de dulces a Ryusaki.

—No te preocupes Watari —Contestó al recibir aquella bolsa— Ya podemos irnos 

Watari cerró la puerta de la limusina y arrancó el coche color negro.

Cierto chico pelirubio buscó discretamente con la mirada a la muchacha que había visto antes, no quería admitirlo pero su extraño acento le llamo mucho la atención.