La luna de Italia

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Pedaleaba con todos mis fuerzas.

Quería llegar pronto al parque.

Allí no me encontrarán-pensé

Mientras pedaleaba con la lengua fuera, mi pequeña cabeza me daba muchas vueltas.

Jamás habría pensado que fuera un invitado.

Que en realidad tenía otros padres, otros hermanos...

No podía ser.

Debía de ser un error.

Mis padres me trataban como si fuera su hijo.  

De repente unas lágrimas empezaron a caer por mi mejillas.

Inconscientemente me puse a llorar.

Me llevé las manos  la cara para secarme las lágrimas dejando libre el manillar de la bici....

Un niño estaba tirado boca bajo en medio de la carretera en frente del parque.

Frené en seco con el freno de alante y me caí de morros contra el suelo.

Me arañé toda la cara contra el asfalto.

Por lo menos no había atropellado al niño misterioso.

Le empujé y le di la vuelta para verle la cara.

¡Era......

En ese momento un Masserati negro dobló la esquina a todo velocidad, se dirigía vertigosamente hacia nosotros.

Zack!!!!

O al menos se parecía......

Tenía los ojos rojos y verdes y tiritaba del frío.

Le salían babas por la boca, sudaba y respiraba rápido.

No podía arrastrarlo hasta el parque.

Pesaba más que yo...

Si no lo ayudaba, el coche le pasaría por encima.

Si no encontraba una solución rápido el coche nos atropellaría a los dos.

Entonces hice una cosa.

La hice sin pensar.

No se me ocurrió otra cosa.

Cogí mi bici del suelo y la estrellé contra la luna del Masserati con todas mis fuerzas.

Se oyó un bocinazo, un ruido de cristales rotos y el chirrido de las ruedas del coche.

Olía a quemado y a rueda desgastado.

Era un olor desagradable.

Un hombre corpulento salió de la puerta izquierda delantera.

Y una mujer rubia con un hermoso tocado salió de la derecha.

Ambos tenían caradequerer arrancarme la cabeza.

Los reconocí en seguida.

Eran los periodistas que habían entrevistado antes a mi hermano.

- Perché hai buttato la tua bicicletta contra la mia macchina ?!?! -dijo en Italiano 

Me quedé estupefacto.

Me esperaba que me dijeran cualquier frase como:

-¿Quién a sido el imbécil que nos ha estropeado nuestro coche?

-¿Quién te crees que eres?

-¡¡Con lo que nos ha constado este coche!!

-¡¡Le voy a partir la cara a ese niñato!! 

Pero lo que me había dicho ese extraño señor no me lo esperaba para nada.

No sabía que hacer.

Si salir corriendo con mis piernas (la bici estaba destrozada).

Si pedirles perdón y pagarles el coche.

Pero no hice ninguna de estas cosas.

De repente unas palabras salieron de mi boca como si tuvieran vida propia.

Unas palabras que no pronuncié conscientemente.

Unas palabras que no volvería a repetir en mi vida.

Unas palabras que ni siquiera yo entendí.  

Unas palabras que hicieron que el matrimonio se subiera al coche y desapareciera carretera arriba.

Unas palabras en Italiano.

-Se avessi guardato dove stavano andando, allora non sarebbe successo niente. Non potevo lasciarti correre sopra la tua auto o correre a un amico che stava per terra. Se pensano di avere ragione, poi andate a parlare con i miei genitori. E se no, andate all'inferno.

Los hombres se montaron asustados en su covhe y arrancaron su coche.

Intercambié una mirada con ellos.

Pude leer en su ojos arrepentimiento, miedo y tristeza.  

Entonces me pasó una cosa que nunca me había pasado.

Me desmayé...

Me desmayé en una ciudad habitada por hombres con ojos rojos y amarillos.

Al principio me sentí fatal.

Me dolía la cabeza, la tripa.

Entonces empecé a sudar.

El corazón me empezó a latir a un a velocidad alucinante.

Abrí los ojos y me encontré con mis hermanos.

Pegaron un grito tremendo y vi reflejados en sus ojos mis ojos amarillentos.....

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2018 ⏰

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