Cap. 44. ¿Plan fallido?

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Skylar p.o.v

Michonne se ha subido a un árbol para vigilar a los del otro grupo. Jesús y Daryl están colocando explosivos.

-Me alegra que estés aquí- oigo decirle Jesús a Daryl. Sonrío, son tan adorables. Bueno, que me estoy distrayendo de mi tarea. Levanto mi rifle y vigilo cada rincón del bosque para que no venga nadie. Aaron y Eric también están vigilando- debería haber parado a Sasha y a Rosita, si hubieran esperado un día más...

-Sasha tiene buena puntería- oigo a Daryl- y Rosita puede cuidarse sola, puede que ya estén en Hilltop.

-Eso espero- dice Jesús.

-Las necesitamos- dice Daryl- morirá mucha más gente.


Tara se acerca a su campamento. Los minutos transcurren y se acaba el tiempo, Tara no nos ha hecho la señal de que no ataquemos. Los explosivos estallan al lado del campamento. Oímos los dos disparos de Michonne. Aaron, Eric, Daryl Jesús y yo salimos apuntando con nuestras armas.

-¡Al suelo ahora! Las manos en la cabeza- dice Daryl.

Dos se arrodillan y una no.

-Por favor- dice Jesús intentando sonar lo más amable posible. La chica se arrodilla.

Jesús y yo las empezamos a atar. Daryl agita su pañuelo negro para que Michonne le vea. Me acerco a una a atarla.

-¿Por qué estás con ellos?- dice la mujer.

-¿Qué?- digo terminándola de atar.

-¿Por qué estas con hombres?- dice la mujer. No digo nada y me levanto. Es verdad que Tara nos dijo que era un campamento de solo mujeres y que no aceptaban ningún hombre, por culpa de un problema que hubo con los salvadores, tiempo atrás.

Después las llevamos con el resto de su grupo, las mujeres me miran realmente mal.

-Sentaos ahí- dice Daryl.

-Hemos hecho mucho ruido- dice Rick- debemos acabar enseguida, para que podáis enviar gente a desviar cualquier tipo de amenaza, Tara dijo que este bosque está realmente despejado asique no nos arriesgaremos, no queremos hacer daño a nadie, solo queremos lo que tenéis, lo que necesitamos.

-Nadie os va a quitar nada- dice una señora de mediana edad que me recuerda mucho a Deanna (líder anterior de Alexandría) con otra chica de piel morena y pelo rizado moreno, apunta a Tara a la nuca con una pistola- dejad marcharse a todo el mundo y largaos de aquí o me cargo a esta chica delante de todo el mundo.

-Os dejaremos en paz- dice Rick- pero nos llevaremos vuestras armas, eso no va a cambiar ¿Eres Natania, verdad?- le dice a la mujer de mediana edad- deja tu arma y hablaremos de lo que puede cambiar.

-No, largaos ahora- dice Natania- solo queremos que nos dejéis en paz.

-Ya y lo haremos- dice Rick- pero suéltala, ahora o te mataremos y nadie quiere eso.

-Quieren que luchemos contra los salvadores- dice la chica de pelo rizado.

-Lo intentamos y perdimos, demasiado- dice Natania- no perderemos nada más, ni las armas, ni nuestra seguridad, no después de lo que hemos hecho.

-Si me matas morirás- le dice Tara a Natania- mi gente se llevará las armas y nada cambiará.

-Podríamos intentarlo- dice una mujer de pelo corto. Algunas mujeres asienten. La chica de pelo rizado le susurra algo a Natania.

-¡No se ha acabado!- grita Natania- ¡¿Lo habéis olvidado?! ¿Alguna de vosotras quiere enfrentarse a alguno de ellos? ¿Tengo que recordaros? Sí, sí, la mataré y moriré, pero es que es importante, es vuestra vida, la de todas.

-¡Rick! ¡Caminantes!- grita Michonne. La chica de pelo rizado aprovecha la distracción para pegarle un puñetazo a Natania.

Caminantes, muchos, unos 30.

-¡Todos arriba!- grita Rick- poned a los niños detrás, escuchad, disparad cuando estén a menos de tres metros.

Miro por la mirilla, los caminantes llevan algas y percebes incrustados en la piel. Los caminantes se acercan cada vez más.

-¡Ahora!- grita Rick y empezamos a disparar.

Apunto a la cabeza y disparo, calculando el momento exacto. Las chicas del campamento empiezan a matarlos con sus cuchillos. Una niña de unos 12 años se pone en primera fila y mata caminantes sin problemas, sonrío, me recuerda a mí entrenando con mi padre.


Unos cuantos minutos después acabamos con todos los caminantes, pero hemos hecho más ruido aún, no tardarán en llegar más.

-¿Cuántos?- me pregunta Jesús.

-5- digo sonriendo- ¿Y tú?

-7- dice con burla.

-Oh te odio, te odio- digo dándole puñetazos cariñosos en el pecho.

-No- dice Natania, que ha recuperado la consciencia- no lucharemos a vuestro lado, coged las malditas armas y marchaos- y Natania vuelve al campamento.

Está hecho, metemos las armas en cestas y las cargamos en el camión, Jesús pasa con una cesta y varias de ellas le fulminan con la mirada.

-Creo que no les has caído bien- digo acercándome a él con dos rifles.

-¿En serio?- dice con sarcasmo- no me había dado cuenta.

Después me acerco a Carl.

-Trae, te ayudo- digo ayudándole a levantar una pesada caja de plástico con armas.

-Gracias- dice con una dulce mirada.

-Vaya- digo sonriendo- hacía tiempo que no me dedicabas esa mirada.

-Se la dedico a la chica que amo, tú- dice cuando dejamos la caja y me abraza. Miro al frente y veo a Jesús mirándonos, con una mirada triste, la sonrisa se ha borrado de su cara. Miro al suelo, no puedo seguir en esta situación con ellos dos pero, no podría elegir. Veo a Jesús ir a por más armas, más apartadas de las demás, me separo de Carl y voy con él.

El principio del fin (Carl Grimes y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora