Byul aún pensaba en la sensación que recorrió sus muñecas cuando vio a Solar por primera vez. Aún no entendía el por qué; jamás le había pasado algo similar, al menos ella no lo recordaba. Una sonrisa le iluminó el rostro cuando recordó en la historia que su abuela solía contarle cuando era pequeña, ¿sería acaso eso una opción? ''No, Byul, es sólo una tonta historia.'' Pensó. HyeJin la sacó de sus pensamientos al instante.
–¿Byulie? ¿Podrías hacerme un favor?
–Claro, ¿qué ocurre?
HyeJin dudó un poco lo que diría, finalmente lo dijo decidida.
–Le prometí a WheeIn comprarle un batido, pero me olvidé mi cartera en tu escritorio. ¿Podrías prestarme dinero? Te lo daré de vuelta tan pronto tenga mi cartera.
Byul arqueó una ceja, aunque unos minutos antes su amiga le había regalado algo, HyeJin no solía hacer obsequios o comprarle cosas a la gente. De hecho, MoonByul estaba casi cien por ciento segura de que era quizás el segundo obsequio que HyeJin le había hecho. Los batidos no eran especialmente caros, pero tampoco era lo más barato que podías conseguir.
–¿Estás intentando ligar con la nueva, HyeJin?
HyeJin abrió los ojos como plato.
–¿¡Qué!? ¡No! Sólo intento hacer nuevas amigas...
–Bueno, entonces supongo que no habrá problema si yo pago batidos para las cuatro.
–No, Moon Byul Yi. –dijo HyeJin entre dientes.
Byul sonrió con malicia.
–¿Por qué no, HyeJinie?
–Sólo quiero tener una amiga que no tenga cara de rata, MoonByul.
–Pero soy una gran amiga. –dijo MoonByul, llevando su mano derecha al pecho, haciéndose la dolida.
–Lo serías si me dieras el billete.
Byul dejó salir una risa y sacó de su bolsillo un billete. HyeJin era una amiga genial: era una persona genial. HyeJin parecía sacada de una novela: tenía chicos y chicas detrás de ella todo el tiempo y, sin embargo, jamás había salido con nadie. De vez en cuando le gustaba juguetear con las personas y coquetearles un poco, pero sin llegar a más. Esa era una de las cosas sobre HyeJin que le hacían gracia a Byul. De hecho, Byul recordaba su mejor amiga todavía más coqueta durante el jardín de niños y sus primeros años en la primaria, donde la menor pasaba su tiempo enviándole besos a los chicos y, especialmente, a las chicas.
A pesar de ser la menor entre ambas, HyeJin era más ruda que Byul, incluso cuando ambas tenían esa faceta (que quizás no había aparecido desde que llegaron Solar y Wheein). Aunque ambas tenían una relación brusca, por sus maneras de ser, sabían que no podrían hacer nada sin la otra, porque prácticamente habían crecido juntas. Byul dependía tanto de HyeJin como HyeJin dependía de ella.
Vio a Wheein tomar la mano de su amiga para luego llevarla a rastras a la tiendilla que estaba delante de ellas. Solar se quedó quieta delante del local, esperando que Wheein regresara para estar con ella.
–¿Quieres algo, Solar? –preguntó Byul, con ambas manos en sus bolsillos.
–No tengo mucho dinero para gastar los próximos quince días, así que no. –contestó, encogiéndose de hombros.
No la veía.
–No pregunté si tenías dinero. –dijo, buscando ver a los ojos a la chica– Pregunté si querías algo, va por mi cuenta: tu regalo de bienvenida.
La chica sonrió y la observó por algunos segundos.
–¿Qué me recomiendas?
–Los panecillos de queso son mis favoritos, han sido mi desayuno durante mi estancia aquí. –sonrió– Vamos, te compraré uno.

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Scars | MoonSun
أدب الهواة‹‹ Donde MoonByul y Solar son (verdaderas) almas gemelas. ›› Cuando era pequeña, la abuela de MoonByul solía contarle su historia favorita: la de las almas gemelas. Hoy, MoonByul no sólo compartía habitación con Solar, sino también algunas cicatrice...