El verdadero nombre de Solar resonaba en su mente, lo recordaba, pero simplemente no podía acordarse por qué era tan importante. Intentó no parecer muy obsesionada con el tema, así que por un momento lo dejó ir, buscando de nuevo entre las líneas aquel nombre: Kim Yong Sun.
''Es un nombre precioso.'' pensó. Finalmente, encontró el nombre de Solar en una de las pequeñas hojas. ''Mierda, Moon Byul, ¿por qué todo te parece tan especial con esta chica?''.
–Ahí está. –le sonrió.
–Gracias, Byul. –contestó la pelirosa, dedicándole una sonrisa.
Mientras Solar leía su horario, Byul miró rápidamente la hoja en la que Solar tenía toda su atención. Al estar en una Universidad con pocos estudiantes, además de compartir habitación con Solar, tendrían al menos tres de sus seis clases juntas. No pudo ver mucho, sólo sabía que Solar y ella compartían clase de Solfeo, además de que, para la clase de Instrumento, la pelirosa había elegido la guitarra.
–¿Eres buena con la guitarra? –preguntó Byul, pocos sabían el cariño que la peligris le tenía a su vieja guitarra acústica y lo buena que era con ella.
–No. Apenas y la he tocado... –contestó Solar apenada.
–Entonces, ¿por qué la elegiste?
–Bueno, de todas las opciones era la mejor para mí. Tú, ¿qué elegiste?
–Piano.
–¿Sabes tocarlo?
–Algo así, sé usar la guitarra y llevaba el piano al intermedio, así que decidí terminar con el piano.
Solar deseaba que Byul no fuera su alma gemela para poder ayudarla a mejorar en el piano. Y sí, Solar sabía hacerlo. Cuando los padres de Solar escucharon su voz cantando por primera vez, la obligaron a ir a clases de canto para mejorar y claro, también le pidieron que escogiera un instrumento: la chica no dudó ni un segundo y se decidió por el piano, después de todo, su hermana ya le había enseñado algunas cosas. No tardó mucho tiempo en aprender: era una de las mejores alumnas que tenían.
–Tú tienes dedos de pianista. –mencionó Byul, observando los largos dedos de Solar, la pelirosa se sonrojó por alguna razón.
–Lo soy. –dijo, escondiendo sus dedos discretamente.
–Ya que eres mi compañera de habitación, te aprovecharé al máximo. –dijo, sonriente– Es mi deber informarte que serás mi instructora en caso de que algo salga mal. Mi tutora.
Solar sonrió, bajando la mirada. Wheein y HyeJin se acercaron a ver.
–¿Qué tal sus horarios? –preguntó HyeJin, mientras acercaba a Wheein tomándola de la cintura.
–Los viernes no tengo clases. –dijo Byul, sonriente.
–Te odio bastante. Pero supongo que algún día saldrás tarde, ¿no?
Byul asintió.
–Los lunes. Llevaré Piano, Solfeo y Contrapunto los lunes.
–¿Ustedes no piensan hablar? –preguntó HyeJin a su acompañante y a Solar.
–Tú sabes mi horario ya. –contestó Wheein.
–Cuéntamelo a mí. –pidió Solar.
–Tengo exactamente el mismo horario que HyeJin, una materia por día. Instrumentos los viernes.
De no ser porque Solar había escogido como instrumento la guitarra, muy probablemente tendría todas sus clases junto a Moon. Y para la mala suerte (o ¿buena suerte?) de Solar, fuera de la clase de instrumento, no había ninguna otra clase que no compartiera con la peligris. Ahora que sabía quién era su alma gemela, podría intentar hacer más amigos, así no tendría que ver todo el tiempo a Byul. Gracias al cielo, no iba a necesitar esforzarse mucho, dado que Wheein y HyeJin compartían algunas clases con ellas.
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Scars | MoonSun
Fanfiction‹‹ Donde MoonByul y Solar son (verdaderas) almas gemelas. ›› Cuando era pequeña, la abuela de MoonByul solía contarle su historia favorita: la de las almas gemelas. Hoy, MoonByul no sólo compartía habitación con Solar, sino también algunas cicatrice...