One blink

- Capitulo 4 - Cesid -

Comenzaba a darme frío, no sabía hacia donde caminar. Me hubiera gustado haberme quedado a vigilar a David, dios sabe que estaría haciendo rondando por la casa. Seguía sin saber quien era y eso de alguna forma me causaba terror. No se como sucedió todo, era ya de noche y lo único de lo que me doy cuenta ahora es de que mis pies se están moviendo rápidamente sin parar. Habían pasado horas desde que dejé la vieja mansión y trate de encontrar un camino, al parecer no lo hallé, lo último que recuerdo es que me recosté un momento en un tronco y comencé a correr.

Voltee hacia atrás y me di cuenta que estaba siendo perseguida por unas criaturas. No podía verlas pero estaban ahí, las sentía persiguiéndome y corrían de una forma impresionante.

Vi algo más persiguiéndome y logró alcanzarme, era Cesid. No lo pensé dos veces y decidí subirme a su espalda, comenzamos a ir más rápido y llegamos a una cueva. Había parado de llover. Cesid me informó que tendríamos que dormir aquí ya que la fortaleza estaba a más de 6 km de distancia.

- Cesid, necesito respuestas y sé que quizá esto sea algo incómodo para ti pero ¿porqué hablas como mi fallecido tío Leyva? Ahora no puedo cerrar los ojos más de 5 segundos porque si no ya estoy aquí - Comenzaba a tener ganas de llorar y estaba muy enojada.

Sabía que podíamos comunicarnos mentalmente y que el sólo podía hacerlo de esa forma pero de cualquier forma decidí hablar. No sabía si iba a querer responderme pero esperaba lo mejor.

- Verás, todo comenzó con Lorane... - sus ojos comenzaron a volverse tristes, a pesar de que fuera un lobo podía ver perfectamente ese cambió de humor tan notorio - yo siempre regresaba hasta tarde y aquel día la encontré desmayada en el suelo, inmóvil y sangrante, los doctores decían que no le había pasado nada y que seguía viva, que era como si siguiera consciente pero con los ojos cerrados. Despertó tres días después y comenzó a contarme de Mill, estaba muy enojado y la ignoraba, no podía creer tanta estupidez. Cada día estaba menos con ella, la encontraba siempre dormida y un día decidí hacer lo que me dijo.

Conocí a todos y me agradaba venir de vez en cuando, a ella le encantaba reinar aquí y a mi me gustaba verla feliz. Todos los días regresábamos hasta que un día ella no pudo salir, estaba tan desesperado que cuando desperté estaba así, tenía esta forma. No recuerdo nada de lo que hice aquel día pero desde entonces no puedo salir y no se dónde esta ella.

Esa historia no respondió la mayoría de mis dudas pero preferí no decírselo, sabía que este era un tema bastante delicado para el y Cesid sabía que tenía muchas más preguntas que hacer. Logró que me tranquilizara al decir que en la fortaleza estaría la respuesta a todo lo que me imaginara.

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Espero que les guste, si es así voten para seguir escribiendo. - Kiara Pedraza