Entré y comencé a buscar a David, la casa parecía estar 10 años más joven.
Se había encargado de limpiar hasta el más recóndito rincón y aunque realmente podría necesitarlo para mantenerla así, seguía siendo un extraño.
Lo encontré en uno de los cuartos de huéspedes, sentado en el suelo irradiando una tristeza impresionante. En sus manos tenía lo que parecía una foto de un hombre con un pequeño en sus brazos ambos sonriendo.
- David agradezco que hayas limpiado toda la casa pero de cualquier forma no puedo cambiar mi decisión acerca de que te quedes aquí.
Parecía que no había notado mi presencia. David no me prestaba la más mínima atención y después de intentar atraer su atención alzando su rostro por la barbilla, comenzó a llorar.
- Usted no entiende sabe! No tiene ni la más remota idea de lo que es tener a tu padre muriendo en el hospital. No sabe lo que es querer conseguir algo que haga que pueda sanar y hacerlo vivir. Levantarse de esa asquerosa cama que le ha arrancado años de su vida.
No sabía que responder, no sabía si quiera de que forma mirarlo. Jamás me había imaginado que aquel alto y delgado muchacho serio fuera capaz de llorar pero así era, estaba destrozado.
- No se cómo responder a eso, ni siquiera lo conozco pero sería muy cruel de mi parte no escuchar algo de su historia. Claro si quiere contarla.
- No, creo que ni así lograría entender como me siento señorita Carsson. Prefiero guardar mi historia por el momento. Lo único que tengo que pedirle, es más suplicarle - aquellas últimas palabras no me habían agradado en lo más mínimo, sabia lo que estaba pidiéndome- es que me deje quedarme aquí trabajando de todo tipo. Siendo chofer, niñera, limpiando la casa. Sólo le pido eso, por favor.
¿Cómo negarle la estancia a alguien que se había rebajado tanto con tremendas suplicas? Lo que era un hecho es que seguía sin confiar en el.
- Dios mío! - suspiré - Dejaré que permanezca instalado por el momento pero tendrá un par de semanas de prueba hasta que pueda confiar en usted ¿queda claro?
- Si señora.
- Nada de visitas inesperadas, nada de salidas después de las 10 de la noche, nada de modificaciones a la casa y hará lo que yo le diga, incluyendo el tratamiento de la tía Lorane.
- Si señora.
No había problema para pagarle, mama me había dejado dinero para gastos y comida. No haría daño si le llamara enfadada diciendo que no era suficiente y que necesitaba más.
Salí del nuevo cuarto de David y me dirigí al mío. Me senté en el sofá que estaba en el costado y preparé la tina para tomar un baño. Con tanto tiempo "fuera" no había desempacado del todo así que termine de hacerlo.
Lo que Cesid había dicho de los amuletos me había parecido interesante, pero en ese momento no tenía muchas ganas de investigar acerca de eso. Me metí a bañar y después dormí.
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One blink
Fantasía- Prólogo - Los sueños para la mayoría de las personas pertenecen a la noche, son una ventana engañosa que nos revela mensajes que una parte de nuestro interior nos quiere decir. Pertenecen a esa pequeña parte nuestra que casi siempre ignoramos o no...